Esta vez dos malvivientes entraron a una vivienda de Calle
13 al 500 y cuando estaban en pleno robo el dueño accedió y se dio cuenta que
había elementos fuera de su sitio habitual.
Fue cuestión de segundos en los que se percató de pisadas y
sonidos en otro de los ambientes de la estructura. No obstante, evitó enfrentarlos y se dio
cuenta que estaban huyendo porque el sonido de los pasos re reducía.
En ese momento salió a su patio y pidió ayuda a familiares.
Al recorrer la casa se dio cuenta que habían accedido por un
lavadero y dañaron la madera de una puerta para sacar el pasador que estaba
colocado del lado de adentro.
Luego revolvieron algunos papeles que estaban encima de la
heladera y, de allí, se apoderaron de unos 2.000 pesos.
En una habitación encontró todo revuelto, pero se trataba de
un ambiente que habitualmente no usa. En la habitación principal estaba todo en
condiciones por lo que no hubo faltantes detectados dado que, se presume, los
ladrones estuvieron muy poco tiempo en el interior.
Se abrió una causa por robo.




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