“Nervios, descompostura, bronca. Todo junto”, fue la
respuesta de Katherine, vecina de La Plata, al relatar el sentimiento que la
atravesó el pasado sábado cuando se enteró de que el candy bar que había
contratado para el cumpleaños de su hijo no iba a ver la luz.
La joven -prefirió resguardar su apellido- relató que
encontró un servicio de pastelería a través de Facebook Marketplace, a nombre
de María Verónica Ruiz. Tras consultar los precios y las opciones, se decidió
por contratarlo en vistas a la celebración de Thian, su hijo, quien cumplió 7
años el 8 de mayo.
“El 10 de abril le consulté el precio. Me dijo cuánto salía
y me pasó su número de WhatsApp. Dentro de todo era barato y lindo. Me
convenció. Le transferí $2500 en concepto de seña. Era la mitad del costo total
del candy bar”, contó Katherine
“Le pedí que la temática fuera de Spiderman. Me pasó algunos
motivos, le dije que me gustaban y coordinamos la entrega, que iba a darse por
cuenta de ella el mismo domingo del cumpleaños. El lunes 2 de mayo me envió un
mensaje y me comentó que tenía que transferirle la otra mitad, que no quería
efectivo durante la entrega”, continuó la damnificada.
Ruiz se había ganado la confianza de Katherine con
respuestas rápidas y concretas. También con sus estados de WhatsApp: allí
compartía sus supuestos trabajos y también fotos con su hija y su marido.
“Su Facebook era el personal, la gente que estafa no lo hace
con su propia cuenta. O eso pienso yo. Le deposité a una cuenta de ella, con su
nombre y apellido y número de DNI. No había lugar para desconfiar”, agregó la
víctima de 23 años.
El sábado 7 de mayo, un día antes de la fiesta de Thian, Ruiz
le envió otro mensaje a Katherine para explicarle que no iba a poder cumplir
con las galletitas: “Me dijo que su compañera se había accidentado”. Ruiz
propuso devolverle $800 por este percance.
Ante la desesperación de no llegar a completar la mesa dulce
soñada y esperada para el cumpleaños de su hijo, Katherine publicó en su cuenta
de Facebook que necesitaba que alguien le elaborara una cierta cantidad de
galletitas. Junto al mensaje adjuntó la captura de la charla con Ruiz.
“Lo hice para que vean que las necesitaba urgente para el
otro día. Para que me crean. Y ahí fue cuando Victoria me comentó que esa misma
mujer la había estafado. Que contrató el candy bar en diciembre de 2021 y que
un día antes se comunicó con ella la madre de Ruiz para manifestarle que su
hija tenía coronavirus y estaba muy grave”, narró Katherine.
En ese chat la supuesta madre de Ruiz explicó: “Fue
internada por COVID y está sedada porque es de riesgo. Luego de eso hizo un acv
y estamos internados en Buenos Aires”. Todo fue escrito con el mismo celular de
Ruiz. En ellos se afirmaba que la mujer estaba al borde la muerte.
“Victoria le había pedido a la supuesta madre que le
devolviera el dinero. Ella la trató de patotera. Le dijo que era una
desconsiderada por estar pidiéndole la plata cuando su hija se estaba muriendo.
Y la bloqueó”, continuó Katherine.
Junto a Victoria decidieron ir hasta el domicilio de Ruiz.
Victoria tenía la dirección porque ella sí había podido pagar en efectivo,
precisamente en la calle 10, entre 42 y 43.
“Mientras Victoria me mandaba todas los chats, le pedí a
Ruiz que me preparara las cosas porque las iba a buscar. Me dijo que estaba
todo casi listo, pero que faltaban detalles y lo entregaría al otro día.
Entonces le volví a pedir fotos y me dijo que no pasaba imágenes porque perdía
el tiempo”, agregó Katherine.
Durante el transcurso de esa charla fue que arribó hasta la
puerta el edificio. Tocó el timbre y atendió el marido de Ruiz. Le cortó. Luego
lo mismo. Más tarde apareció la mujer. Respondió que no conocía a ninguna
“Kathy” y también desapareció.
“Le envié un mensaje diciéndole que era yo la que estaba
abajo. Llamé a la Policía, le pasé su dirección y ahí bajó. Me preguntó cómo
había conseguido su dirección. Me argumentó que a ella alguien le había
duplicado su número de teléfono y estaban haciendo estafas”, indicó Katherine.
La confrontación quedó registrada en un video que más tarde
se difundió en las redes y fue viral. Esas imágenes sirvieron para que otras
víctimas se comunicaran con la joven y le manifestaran que habían caído en la
misma trampa.
“Le volví a escribir: ‘Mostrame ya que estás haciendo mis
cosas’. Ella contestó: ‘No sé cómo te llamás pero te juro por mi hija que lo
estaba preparando”, contó Katherine. Sin embargo el trabajo no lo cumplió. Esa
misma noche le pidió su número de CBU y le transfirió los $5000 que la víctima
había enviado.
“A Victoria le dijo que se la iba a devolver el lunes y
todavía no ocurrió. Eran $6000. A otra chica le hizo lo mismo por ese monto y
se la devolvió. Victoria la denunció ante la Comisaría Segunda de La Plata.
Hasta el momento somos 10 personas en esta situación. Es por eso que esta tarde
vamos el resto a hacer exactamente lo mismo, para que esta mujer no estafe
nunca más a nadie”, completó Katherine.

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