El Club
Atlético Boca Juniors recibió dos malas noticias en menos de media hora. La
Liga Profesional de Fútbol rechazó una presentación del “Xeneize” para que se
posterguen los próximos dos partidos, mañana ante Banfield y el martes ante San
Lorenzo. A la par, el Ministerio de Salud se negó a habilitar un “corredor
sanitario” para que los futbolistas que estuvieron en Brasil pudieran romper el
aislamiento y jugar ante el “Taladro” en la provincia de Buenos Aires.
La noticia
fue una sorpresa para el club de la Ribera. Ayer, en un comunicado de prensa,
aseguraron que el presidente de la Liga, Marcelo Tinelli, les había dado su
palabra de que los partidos se postergarían. Luego, desde el gobierno nacional,
le habían adelantado que era muy probable que les concedieran el “corredor
sanitario”. E incluso esta mañana, en una entrevista radial, la ministra de
Salud, Carla Vizzotti, había dicho que los hechos sucedidos en Belo Horizonte
representaban un “riesgo sanitario muy bajo”. Sin embargo, no sucedió ninguna
de las dos cosas.
“Teniendo
en cuenta lo dispuesto en el Decreto de Necesidad y Urgencia 455/2021 y la
normativa vigente en relación al ingreso al país, ante el riesgo de
introducción de nuevas variantes del SARS-CoV-2, y las excepciones a estas
normativas, se considera que los hechos sucedidos en Belo Horizonte, República
Federativa de Brasil, luego del partido del que participaron Boca y Atlético
Mineiro, implican en varias oportunidades la ruptura de la burbuja establecida
como segura y requisito para la excepción en el cumplimiento de la cuarentena
al ingreso al país”, precisó el Ministerio de Salud en una notificación firmada
por la funcionaria Sonia Tarragona que fue cursada al presidente Jorge Amor
Ameal.
“En este
contexto, teniendo en cuenta el riesgo que esto implica de introducción de
nuevas variantes, la situación epidemiológica nacional, el esfuerzo realizado
por la sociedad en su conjunto y el potencial riesgo para los jugadores del
equipo contrario, es que la autoridad sanitaria considera que no se puede
autorizar la excepción para el plantel implicado en los hechos mencionados,
priorizando el objetivo de minimizar los riesgos y disminuir lo máximo posible la
velocidad en el incremento de contagios”, se agregó.
Ahora Boca
se encuentra ante una disyuntiva. Mañana podría presentarse con futbolistas que
no estuvieron en la batalla del Mineirao, la mayoría de ellos juveniles que
este mediodía jugaron ante la tercera de Banfield en un partido del campeonato
de Reserva, lo que supondría una doble desventaja. O directamente no
presentarse, perder los puntos y arriesgarse a una dura sanción.
Para
entender la situación hay que retrotraerse al martes a la noche, cuando los
futbolistas protagonizaron incidentes en Belo Horizonte, luego de un partido de
la Copa Libertadores por los octavos de final. Por esa pelea, varios
integrantes del plantel tuvieron que trasladarse a una comisaría y declarar
como imputados. Con esos sucesos, según la interpretación del Ministerio de
Salud, se rompió la burbuja sanitaria y ahora las personas que estuvieron en
Brasil están obligadas a cumplir un aislamiento de siete días en un hotel
porteño.
Boca había
pedido una excepción: un corredor sanitario que le permitiera jugar ante
Banfield y San Lorenzo. En un principio creyó que se lo concederían, pero
finalmente no sucedió. Los rumores alentados anoche desde el propio Poder
Ejecutivo generaron una fuerte repercusión en un país en donde hay muchos
argentinos varados en el exterior por la suspensión de vuelos y los pocos que
ingresan al territorio deben cumplir con estrictas reglas de aislamiento y
aceptar controles de Migraciones en sus hogares. Ese humor social terminó
torciendo la visión del gobierno nacional sobre el tema.




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