Trabajan desde el año pasado para conseguir que el sistema presencial sea estable y seguro en cuanto a nivel de enseñanza y concurrencia. Esta mañana tres de las madres del grupo pasaron por CNM FM 93.3 para expresar su preocupación por la pérdida en la cantidad de alumnos que ya no se conectan al sistema virtual y se alejan de la escuela.
Alba Alcuaz
explicó que trabajan sobre acciones concretas y que han comenzado a reunirse
con directivos escolares para sumar apoyo a su postura.
Explicó
que, a diferencia de grandes ciudades, los chicos del nivel secundario no
precisan del transporte público o de padres que los lleven a la escuela porque
están acostumbrados a llegar caminando o en bicicleta. Esto marca que cumplen
con el distanciamiento y no tienen el problema que surge en grandes ciudades
con el transporte público.
Somos conscientes de que esto es perjudicial. Tenemos un grupo de padres en Facebook y a un pueblo no lo para nadie. El tema de la salud y la educación son hitos y no podemos ligar a Madariaga con lo que ocurre en otros lugares. Tenemos el privilegio de tener espacios, conocernos, que nuestros hijos concurran caminando a la escuela y no precisamos el transporte público. Podemos hacerlo escalonado o por turnos.
Inés
Antironi y Mercedes son las otras integrantes del grupo. Ellas coinciden en que
cada familia vive la situación de manera distinta pero que los une la pérdida
que ven en la formación de los menores.
Por
ejemplo, se plantean porque las escuelas rurales están cerradas cuando la
matrícula es baja, no hay problema de abarrotamiento y se cumplen los
protocolos. Para demostrarlo hablaron de
Macedo donde concurren 15 chicos en todos los niveles.
Por eso, cuestionan
las posturas que se han tomado en los distintos estamentos estatales de no luchar
por la presencialidad. En ese sentido, piden diferenciar los colegios y las
situaciones y se plantean mantener un encuentro con la Jefa Distrital
Guillermina Eyras.
Una de las
mamás explicó que su hija de 8 años no puede enfrentar la cámara de la
computadora para cumplir con virtualidad. Es un acto de vergüenza que comienza
a hacer mella en algunos pequeños. Controlar la virtualidad – sostienen- es
difícil porque los maestros pierden el control de los chicos mientras los
chicos pierden la atención y el interés.
Somos la voz de ellos que quedan atrapados en dimes y diretes y ya vamos por un año y medio de esto.
Las mamás explican
que el índice de deserción ya es alto y que ese dato surge de las actas que
tienen los directivos. Exigen a gritos que alguien pueda visibilizar la
problemática y dicen que las consecuencias se verán a largo plazo.




Redes