Algunas ciudades de la región aparecían como modelo en la cantidad de vacunados en diarios nacionales hace poco más de un mes.
No obstante, la campaña comenzó a detenerse. A apagarse de manera lenta. Todo porque el rango de edad está frenado en 60 años. Ahora, paradójicamente, sobran vacunas de la primera y de la segunda dosis.
En un principio se les pidió a los intendentes que promuevan el sitio Vacunate y luego que ayuden a anotar. Algunos de ellos no tienen acceso a los datos porque son manejados por “La Campora”.
En el caso de Madariaga, Lavalle y Tordillo los centros de vacunación esperan a los anotados. A veces pasan horas sin que llegue alguno y las vacunas vuelven a guardarse.
En el caso de Madariaga optaron por buscar a menores de 60 con enfermedades para inmunizarlos. Igual se hace difícil conseguir el caudal acorde.
Muchos de los inscriptos decidieron no ir, anotaron mal sus teléfonos de contacto o hablaron con sus médicos de cabecera que aconsejaron esperar un tiempo más por estar llevando adelante diversos tratamientos.
Con estos datos, ya hay sectores que piden que se amplíe la brecha de edad porque las comunidades chicas ya podrían tener a más habitantes protegidos ante el avance de la segunda ola.
GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo
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