Leiva, acompañado por su abogado defensor Mauricio Varela, se entregó en la sede de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Santa Clara del Mar y, tras confesar el crimen, quedó detenido. No dio mayores precisiones y se negó a declarar, ya que según informaron fuentes oficiales, “no estaba en condiciones” de hablar con el fiscal por encontrarse intoxicado por un excesivo consumo de drogas y alcohol.
Leiva confesó haber matado a un hombre en un hostel de Santa Clara del Mar, no pudo explicar exactamente en qué lugar ni dónde dejó el cuerpo, ya que el enfrentamiento habría ocurrido en el marco de un contexto de abuso de drogas y alcohol. El exboxeador, sí manifestó que en todo momento habría intentado defenderse.
El hecho es investigado por el fiscal de Santa Clara del Mar, Ramiro Anchou, quien deberá verificar los dichos de Leiva, encontrar el hostel en donde habría ocurrido el crimen y hallar la víctima.
Leiva vive en Mar del Plata y, tras su paso por el boxeo, se dedica a realizar changas, como cortar el pasto. Justamente había ido a Santa Clara del Mar a realizar una serie de trabajos, por lo que se quedó una semana en la vecina localidad.
Alejado de su familia, Leiva pasó los días en Santa Clara del Mar entre alcohol y drogas. El sábado a la mañana regresó a su casa en Mar del Plata, con su ropa manchada con sangre y balbuceó que había matado a un hombre. Recién este lunes a la mañana, cuando el efecto de la intoxicación por las drogas comenzó a disiparse, contactó al abogado Varela y resolvió entregarse.
Leiva, una familia de boxeadores
Walter Leiva es exboxeador, padre de los pugilistas Brian y Matías y hermano de César Leiva, el excampeón interamericano de boxeo que fue asesinado de un disparo en el pecho en 2010.
César Leiva (38) fue asesinado por “defender a un amigo” en el barrio Bosque Grande. En ese momento, un conocido del exboxeador se cruzó en la esquina de las Vignolo y Carazza con una “bandita” que comenzó insultarlo.
El hombre respondió a la agresión y recibió una paliza de la que pudo escapar. Enseguida fue hasta la casa de un amigo que estaba a pocas cuadras de la zona del hecho y lo contó lo sucedido. El hombre llamó por teléfono a Leiva, quien junto a dos amigos más llegó hasta el barrio Bosque Grande para defender el conocido que había sido golpeado.
Los cinco hombres se juntaron en la casa del amigo del agredido y en auto fueron hasta la esquina de Vignolo y Carazza. Ahí se encontraron con las más de ocho personas que habían protagonizado la golpiza y, después de nuevas agresiones verbales, empezaron a pelearse.
En medio de la pelea un hombre gritó que los iba a matar a tiros y mandó a otro a buscar un arma. En ese momento fue cuando escuchó un disparo y los amigos de Leiva se dispersaron. El ex boxeador cayó al piso con un balazo a la altura del corazón.
GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo
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