Esta madrugada decenas de vecinos enviaron mensajes a las líneas de CNM por ruidos molestos, gritos, música a todo volumen y quejas por la falta de respuesta a los insistentes reclamos por estas situaciones a los canales municipales y policiales.
En pleno crecimiento de casos de COVID-19 y a casi un año
del inicio de la pandemia, con las reaperturas paulatinas los controles se
hicieron mucho más laxos hasta prácticamente volverse inexistentes.
Hubo un encuentro de unas 200 personas en el barrio
Belgrano. Fue en la zona de Honduras y Paraguay y nadie hizo nada.
En Calle 12, entre 41 y 37, en el Quintanilla también los
vecinos se quejaron por los gritos y la música. Poco hicieron las autoridades
para evitarlo.
Sobre avenida Caseros, cerca del cruce con Saavedra, “era un festival folclórico” dijeron los vecinos que se cansaron de buscar respuesta vía telefónica para poder dormir.
En San Martín y Arias la policía fue en varias oportunidades
a pedir que bajen la música pero lo único que lograron fueron minutos de
tranquilidad que luego se evaporaban.
Recién hacia las 8 de la mañana, cuando ya había amanecido,
los ruidos comenzaron a mermar.




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