En la última semana se conocieron dos casos que se dieron en
el Frente de Ruta y Cariló que tuvieron como protagonistas a los ladrones pero
también a los inhibidores de señal.
Uno de ellos terminó con una familia detenida mientras
escapaban por Ruta 74, en cercanías a la rotonda de acceso a nuestra ciudad.
Venían de robar pertenencias de una camioneta Toyota que estaba estacionada en
Cariló. Un hombre y dos mujeres integrantes de un mismo núcleo familiar fueron
aprehendidos porque una cámara los capto mientras usaban este aparato que
bloqueó la orden del cierre centralizado de puertas que el dueño le dio a su
camioneta.
A este caso se le suma otro ocurrido hace horas en el
estacionamiento del Mayorista Diarco en donde sustrajeron del interior de un
auto un bolso con 1900 dólares, 15000 pesos, chequeras y documentos varios.
Pero ¿Cómo funcionan los inhibidores?
Los hay de todo tipo, color y marcas. De fabricación casera
o simplemente con un handy de banda liberada que se consigue hasta dentro de un
supermercado.
Siempre se actúa de la misma manera: el delincuente se hace
el distraído, acciona el aparato e interrumpe la señal que va del control
remoto de la alarma al auto. El dueño del vehículo se va creyendo que lo cerró.
En pocos minutos el ladrón ingresa al coche, roba todo lo que puede, cierra la
puerta y se va. Cuando el propietario vuelve, encontrará las puertas cerradas
como las dejó pero con el interior revuelto y ya sin sus pertenencias.
Los ladrones suelen estar a unos 40 o 50 metros de distancia
del objetivo que marcaron para robar. No necesitan estar más cerca ya que el
dispositivo funciona a distancia. Eso también dificulta la posibilidad de
advertir su presencia. Por esto una cadena de supermercados, en sus sucursales
del conurbano instaló carteles con la leyenda: "La empresa no se hace
responsable por robo o hurtos en su vehículo" y cierra el cartel con una
recomendación fundamental "por favor, asegúrese de cerrarlo con
llave".
"La mayoría de las personas no se fijan que el vehículo
haya quedado cerrado y muchas veces no prestan atención al sonido que hace para
confirmar que la alarma se activó correctamente", señala Daniel Beck,
presidente de la Asociación internacional de Investigadores de Robos de autos
(IAATI)
Por lo general, las bandas delictivas suelen usar como
inhibidores los conocidos y clásicos handys que se utilizan para las
comunicaciones. Lo que hace el ladrón es modificar la frecuencia del aparato
para "empatarla" con la de las alarmas. Ese "ancho de
banda" es internacional y se difunde rápidamente en el mundo de la
delincuencia.
Salir a robar con un inhibidor de señales inalámbricas no es
algo nuevo en la Argentina. Los ladrones de autos del 2018 heredaron el método
de colegas delincuentes más ambiciosos: los piratas del asfalto, una modalidad
histórica que este año aumentó con respecto a 2017 con un promedio de 3,5
asaltos por día de acuerdo a un nuevo relevo de la Mesa Interempresarial de
Piratería de Camiones..
Usualmente importados desde China, los inhibidores o jammers
podían conseguirse en el mercado negro entre 100 y 400 dólares a comienzos de
2016. No son precisamente difíciles de conseguir: un jammer de alta gama se
ofrecía a mediados de 2017 en uno de los sitios de compra y venta más populares
de internet por 43 mil pesos.
Hoy hay opciones más económicas con el nuevo truco de los
aparatos manuales. En un relevamiento, se comprobó que los handys empleados por
los ladrones de autos se pueden conseguir por valores que van desde los $1.000
a los $5.000.




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