Esta mañana el Juez de Faltas local, Faustino Linares, recibió al propietario de la panadería de Martínez Guerrero al 1900 que durante el día miércoles fuera clausurado por las direcciones de Inspección y Bromatología luego de operativos de rutina en el que notificaron distintos incumplimientos de la normativa local.
Sin
embargo, el dueño presentó pruebas de distintas fallas en el procedimiento que
llevaron a que el mismo haga caer la clausura y también la posibilidad del
cobro de una multa.
Roberto
Salvarezza es el abogado de Oscar Lucero y explicó a CNM que faja colocada ayer
estaba rota porque fue colocada con un inspector cuando había gente adentro y,
de hecho, ese es el único lugar para el ingreso y egreso del local. Por eso, el
propio inspector –según relata el letrado- tuvo que romperla para dejarlos
salir.
Por otro
lado, relató que no hubo 3 inspecciones como aparece en las actas. La primera
fue el día 18 y sostienen, desde la firma, que se corrigieron todas las
falencias.
Una de
ellas era la falta de exhibición del papel de control de plagas. En la
argumentación expresaron que esto se debió a que el dueño estaba de vacaciones
y el proveedor del servicio pasó, hizo la tarea de desinfección y completó los
formularios requeridos en un sitio de la provincia de Buenos Aires. “eso no se
puede adulterar”, indicó Salvarezza a CNM al tiempo que relató que el día 19 ya
estaba expuesto en el salón del local.
El problema
radica en que el día 22 fue una segunda inspección. En realidad el empresario
sostiene que sólo fue una notificación porque no hubo recorrida del local.
Uno de esos
papeles –siempre según la firma panaderil- sólo consta la dirección y jamás se
rellenó el campo de ciudad por lo que el proceso se invalida. Además, explicaron
que ante la falta de un testigo, en una de las 3 visitas, utilizaron a un
empleado municipal que es veedor de bromatología. “Estos no son errores, son
horrores”, dijo el abogado.
En la
visita del día 22 se aportaron imágenes de video que muestran el salón en el
rango horario que aparece en el acta y en donde se demostraría que no hubo una
inspección. Ese mismo día colocaron como falta la falla de la pegatina de
control de plagas que ya estaba a disposición del público.
Por último
el día 26, fueron notificados de la persistencia de las falencias e informados
que serían infraccionados por parte de Bromatología. En algunos de los
procedimientos se hablaba de presencia de moscas en el salón o de harina en el
piso de la cocina a lo que responden que eso se debe a que –por el COVID- no
encienden el aire acondicionado y mantienen la puerta de la calle abierta para
que entre aire al sector de la cocina que, por otro lado, estaba en pleno
proceso de cocción y por eso presentaba esparcimiento de harina por distintos
sitios.




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