El gobernador Axel
Kicillof volvió a advertir que la pandemia del coronavirus "no pasó"
y reiteró el pedido a la comunidad para que se redoblen los cuidados en pos de
evitar los contagios de coronavirus al tiempo que confirmó la flexibilización
de algunas actividades como la vuelta al trabajo de las obras privadas, un
pedido con el que insistían sectores empresarios y sindicales en Mar del Plata.
"Ya van seis
meses desde que llego al país el coronavirus y aunque resulte difícil de
aceptar y muy duro, la realidad es que la pandemia no pasó y todavía no se
venció al coronavirus en ningún lado", dijo el mandatario, en conferencia
de prensa.
Al anunciar los
detalles de la continuidad del aislamiento social, preventivo y obligatorio de
cara al 11 de octubre, Kicillof reconoció que en los últimos días se
registraron los "peores" números de Covid-19 en "la provincia,
el país y en todo el mundo". "Nadie puede negar la gravedad del tema
y nadie puede afirmar que la pandemia terminó", aseveró.
"Estamos en un
momento muy delicado porque el virus se sigue expandiendo y nos agarra cansados
a todos. Y es la peor combinación porque es una amenaza que avanza pero no hay
aflojar", señaló desde el Salón Dorado de Gobernación, y agregó:
"Gracias al esfuerzo colectivo y el sacrifico inmenso nuestro sistema de
salud sigue resistiendo y eso significa que podemos garantizar camas,
respirador y atención médica a todos los bonaerenses".
Kicillof destacó que,
hasta esta fecha, el sistema de salud del territorio bonaerense "pudo
aguantar". "De momento podemos decir que nadie se ha quedado sin la
atención médica que necesita y que tiene derecho a tener. Fueron seis meses muy
duros y donde todo parecía imposible. Y la verdad que es muchísimo lo que
pudimos hacer", defendió, al enumerar diversos logros de gestión y
reiterar que se hizo la "inversión más grande en salud de la que tenga
memoria la provincia".
Al profundizar su
mirada sobre la situación de la pandemia, el gobernador dijo que en los 35
municipios del conurbano - la región más crítico, se observó en el último
tiempo una "relativa estabilidad de los casos e incluso una leve
baja" aunque con un nivel de casos "inmensamente altos".
"No se puede considerar un éxito este amesetamiento; el éxito es que los
casos bajen", afirmó, y agregó: "No creemos que la solución sea
flexibilizar de manera sistemática. Eso lo haremos cuando los casos
bajen".
Pese a ello, el
gobernador confirmó la vuelta de la obra privada para todo el territorio
bonaerense, en el caso de proyectos "pequeños" o de "gran
envergadura" en donde haya riesgo de derrumbe por el prolongado tiempo de
interrupción de los trabajos. Eso se realizará bajo protocolos específicos y
garantizando que las empresas brinden a sus empleados un sistema de transporte
privado que evite el uso de colectivos u otro sistema público.
A lo largo de la
última semana, la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina
(Uocra) llevaba adelante en Mar del Plata una "huelga a la japonesa"
para reanudar las labores en las obras privadas pese a no tener la habilitación
del Gobierno, lo cual generó un fuerte repudio por parte de otros sectores
empresarios y sindicales.
Además, al ser
consultado por el pedido de los empresarios gastronómicos de reabrir sus
puertas para poder subsistir a la crisis, Kicillof no brindó mayores
precisiones de plazos pero sostuvo que esa posibilidad se barajará cuando
descienda la curva de contagios. "De momento, tenemos una frágil
estabilidad en los casos y es un compromiso para la ciudadanía. Si nos cuidamos
bien y si bajan los casos, vamos a poder estar en condiciones distintas y a
medida que tengamos eso vamos a lograr mayores flexiblizaciones",
señaló.
"Que la situación
mejore es producto que nos cuidemos más. Y siempre con protocolos. Quizás
podemos avanzar de la era del aislamiento a la era de los protocolos. Hay que
tener muy en cuenta que cualquier descuido se paga en vidas", reiteró el
gobernador, quien también recordó que en los próximos meses habrá una vacuna
disponible que pondrá fin a la pandemia.
Para Kicillof, que el
pocentaje general de ocupación de camas en el sistema sanitario sea del 67 por
ciento marca que la situación es "realmente delicada". "Yo
aspiro a que aparezca la vacuna lo antes posible y creo que esa es la solución
que nos va a permitir salir de esto. Mientras tanto, hay que convivir con el
virus", concluyó.




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