Las autoridades ya lo
tienen definido y avanzan en los protocolos. Hay una orden presidencial y los
distintos ministerios afilan las propuestas acercadas por los gremios y las
compañías. En octubre deben volver a las rutas los colectivos y se tienen que
reabrir los aeropuertos.
La preocupación de las
aerolíneas el mensaje de Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA)
con referencia a nuestro país precipitaron a todos a salir a dar precisiones
acerca de cómo se dará todo.
Esta mañana Peter
Cerda, vicepresidente para las Américas de IATA, en un comunicado, anticipó que
"la continua postergación por parte del Gobierno" de la fecha de
reinicio de los vuelos" reducirá aún más la conectividad internacional del
país". "Desde el punto de vista de la industria, nos preocupa que el
país se convierta en otra Venezuela, que a lo largo de los años ha pasado de
ser uno de los mercados clave de la aviación en el continente a tener ahora una
conectividad internacional muy limitada", añadió.
“Hay que volver a
comunicar al país” indicó una fuente consultada por CNM. No obstante aclararon
que lo que aprobará nada tiene que ver con lo que existía hasta marzo.
Se van a programar
servicios regulares por tierra y por aire entre las principales ciudades.
Los dos ejes de
decisiones pasan por los ómnibus de larga distancia y los aviones. Todo,
claramente, a resultas de lo que indique y recomiende el Ministerio de Salud y
lo que opinen los gobernadores.
Lo primero que aclaran
es que el regreso de los vuelos y el transporte de pasajeros será para algunos
viajeros. Al inicio no se podrá utilizar para el turismo, sino que será para
atenciones médicas, urgencias, visitas a familiares y algunas cuestiones laborales.
Pero más allá de los
movimientos del Gobierno, tanto los transportistas como en las líneas aéreas
son cautos. "Si hasta el 20 de septiembre se mantiene el aislamiento no
parece factible que se empiece a volar 10 días después", dijeron en una
aerolínea.
El dueño de una de las
empresas de colectivos más grandes de la Argentina agregó: "La idea es
esa, empezar con algún movimiento en octubre. Pero la verdad es que si se mira
la curva de casos todo podría ser mucho más largo".
Para los primeros
tiempos no hay que esperar vuelos o servicios diarios como sucedía en marzo.
Por ahora se trabaja en algunos servicios semanales pero regulares. Apenas un
par por semana pero regulares, de manera que tanto los pasajeros como las
empresas empiecen a tener certidumbre.
Para los ómnibus de
larga distancia, la idea es que se empiece a circular entre las ciudades más
importantes. El plan de regreso tiene varios puntos. El primero tiene que ver
con la distancia dentro del coche. "La idea es que se ocupe el 60% de los
asientos disponibles. De esa manera, se genera un espacio de asiento por medio.
Eso es necesario por el tiempo de viaje, que es mucho más largo que un
avión", dijo un funcionario que trabaja en el protocolo.
Además de las medidas
preventivas, como las declaraciones juradas de salud y la toma de temperatura,
en el Ministerio de Transporte trabajan en un sistema de trazabilidad de cada
pasajero. El sistema que diseñan es que cada viajero tenga asignado un asiento
y que se pueda establecer, no solo el destino de cada uno, sino el lugar que
ocupaba en el ómnibus para localizarlo en caso de un positivo entre el pasaje.
Finalmente, el
protocolo que se prepara tiene un condimento más. Para los primeros tiempos de
reinicio se eliminarán destinos. Es decir, elegir las capitales y alguna que
otra ciudad más y cancelar los servicios a otras para generar menos dispersión.
En el Gobierno nadie
quiere dar fechas. Saben perfectamente que las decisiones de apertura no pueden
ser sólo una decisión central, sino que hay que rubricar con todas las
provincias.




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