Al menos 190 trabajadores de la salud en Mar del Plata contrajeron
coronavirus desde el inicio de la pandemia, aunque el 75% de los casos en el
sector se registró en el último mes, escenario que condujo a que se vea
resentida la atención médica en algunos establecimientos de salud.
Julio marcó un antes y un después en los registros. Se produjeron 771
contagios y fallecieron 22 personas. Hasta los primeros días del mes pasado
eran 45 los trabajadores de salud que habían contraído la enfermedad, pero en
el marco del brote y hasta los primeros días de agosto, otros 145 trabajadores
sanitarios dieron positivo de Covid-19, según las estadísticas oficiales.
Hasta el mes pasado, el 35% de los casos de coronavirus en la ciudad se
registraba entre trabajadores de salud, cuatro veces más que la media nacional.
Pese al incremento de los contagios en el sector, hoy el personal de
salud representa casi 18% de los casos acumulados en Mar del Plata, cifra que
ahora triplica la media nacional.
La baja porcentual, sin embargo, está fundamentada en la fuerte
diseminación de los casos: el virus se propagó por al menos 60 lugares a una
velocidad inusitada y aumentó el número de infectados sin nexo epidemiológico.
Asimismo, 36 personas fallecieron en menos de un mes.
A nivel nacional, según estadísticas del Ministerio de Salud
recientemente difundidas, el 7,2% del total de los casos registrados
corresponde al personal del salud. El porcentaje se redujo también a raíz de la
propagación de los contagios en múltiples sectores de la sociedad.
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en tanto, el promedio es
alarmante. Según registros extraoficiales, hay cerca de 100 trabajadores de
salud que se contagian por día.
En Mar del Plata, los registros oficiales dan cuenta de unos 190 trabajadores
de salud infectados desde el inicio de la pandemia. Se estima que habría más
casos, considerando las imprecisiones en algunos de los partes oficiales
emitidos durante el último mes por el Municipio.
“Bajas” en el personal
Los casi 200 contagios entre el personal de salud de Mar del Plata
tuvieron consecuencias directas. En primer lugar, buena parte de los infectados
produjo que algunos de sus familiares y contactos estrechos también contrajeran
la enfermedad y debieran ser aislados y asistidos.
En segundo lugar, ante la detección de cada caso, varios de sus
compañeros de trabajo debieron ser aislados en forma preventiva, aunque no en
todos los casos se hicieron hisopados.
Un (mal) ejemplo de esto último fue el Hospital Houssay, donde buena
parte del personal de salud dio positivo de Covid-19, pero las autoridades de
la institución decidieron hisopar sólo a aquellos trabajadores con síntomas.
Algunos, sin embargo, decidieron “autoaislarse” en forma preventiva.
En tercer lugar, la sucesión de contagios llevó a que la atención se
viese resentida en varios establecimientos, a raíz de los trabajadores
infectados y de sus compañeros que debieron ser aislados. Las “bajas” se
hicieron sentir.
En el Houssay el coronavirus se propagó de manera alarmante en el
personal y durante semanas muchos no pudieron concurrir a trabajar. De a poco,
en los últimos días, la mayoría fue reincorporándose, aunque algunos empleados
siguen atravesando la enfermedad o bien permanecen aislados en forma precautoria.
En el Hospital Materno Infantil, en tanto, actualmente hay 24
profesionales de la salud de distintas áreas que debieron ser aislados, tanto
por haber dado positivo de Covid en el hisopado como de manera preventiva.
En el último mes, sin embargo, llegó a haber un 30% del personal
afectado sin poder concurrir al hospital a atender pacientes.
En el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA), en tanto, desde el
inicio de la pandemia 20 trabajadores de la salud dieron positivo de
coronavirus, según informaron fuentes del nosocomio.
Actualmente, 25 profesionales del HIGA se encuentran aislados, de los
cuales 11 están bajo tratamiento por coronavirus. Los demás fueron aislados en
forma preventiva.
Buena parte de los casos positivos se dieron en el último mes y muchos
debieron suspender la atención por hasta dos semanas, lo que implica demoras y
“una reorganización de la atención médica”, comprendiendo que el recurso humano
no abunda en el nosocomio.
Instituciones afectadas
Desde el inicio del brote, prácticamente todos los días las autoridades
sanitarias locales detectaron casos de coronavirus en el personal de salud de
varias instituciones.
El Hospital Houssay, que dio origen al brote, es el establecimiento que
registra mayor cantidad de trabajadores de salud infectados.
Sin embargo, el virus afectó en el último mes también al personal de
otras instituciones, entre ellas el Hospital Interzonal General de Agudos
(HIGA), el Materno Infantil, el hospital Houssay, el sanatorio Belgrano, el
Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias (CEMA), el Hospital Español, la
Clínica 25 de Mayo, la Clínica Psicopatología del Mar, el Centro Oftalmológico
Mar del Plata, el Centro de Salud N°1, la UPA N° 13, PAMI, el Centro de Atención
Primaria de Batán, un Centro de Estudio Digestivos y una decena de geriátricos.
En estos meses también se registraron casos de Covid-19 entre el
personal de la Clínica Colón, la Clínica Pueyrredon, la Clínica del Niño y la
Familia, el Hospital Privado de la Comunidad, la Clínica de Fractura y
Ortopedia, el Instituto Radiológico, la empresa de ambulancias Samad y las
firmas Dar Salud y Medihome, entre otras.
Pluriempleo, falta de insumos y descuidos
Buena parte del personal de salud se desempeña en más de un espacio de
trabajo, característica que llevó en algunos casos a que el virus se
trasladarse de una institución a otra, lo que se denomina “infección cruzada”.
El “pluriempleo” en salud no es nuevo y atraviesa hace años a buena
parte de la actividad a nivel nacional, con médicos, enfermeras y personal
administrativo que trabajan en una clínica u hospital y luego en otro
establecimiento.
Desde la Asociación de Trabajadores de la Sanidad (ATSA) señalaron el
riesgo que implica esta particularidad, pero al mismo tiempo advirtieron la
falta de cuidados apropiados en algunas instituciones, como en el Hospital
Houssay, donde como denunciaron varios profesionales del establecimiento, no se
garantizaron los insumos básicos de protección fijados por protocolo.
En simultáneo, desde el gremio vienen sosteniendo hace ya un tiempo que
“los trabajadores de salud y la gente en general habían bajado la guardia”,
sobre todo en las semanas previas al brote de julio, cuando prácticamente no se
detectaban casos en la ciudad.
El Ministerio de Salud bonaerense sostiene que, en el sector, la mayor
parte de los contagios “se da en forma horizontal y no vertical” y advierten
que el personal de salud “no se contagia mayoritariamente de los pacientes que
ingresan enfermos”, sino que después, “cuando alguno se enferma, contagia en
otros ámbitos cuando ya no están usando los equipos de protección personal”, lo
que se conoce como transmisión horizontal”.
Una enfermera de una institución de salud que pidió preservar su
identidad indicó que “antes del brote fueron menos estrictos los cuidados y se
volvieron a ver grandes descuidos, dejando de lado los cuidados sanitarios”.
En la misma linea, preservando su identidad, un trabajador
administrativo de una clínica privada ya recuperado de coronavirus advirtió que
“la gente se confió cuando no había casos y hoy estamos como estamos; lo mismo
pasó entre el personal de salud: hubo un relajamiento de los cuidados y el
virus se propagó por todos lados”.
Fuente: La Capital




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