El ministro de salud de la provincia de Buenos Aires, Daniel Gollan, lanzó la frase que sin vacuna es “inimaginable” una temporada de verano y los mandatarios costeros le salieron al cruce y anticiparon que trabajan protocolos para recibir visitantes al tiempo que mejoran el sistema de salud.
Es inimaginable que, si no tenemos vacuna, vayan cientos de miles de porteños y bonaerenses del Conurbano a la Costa. Llevarían la enfermedad en forma masiva
Los operadores turísticos quedaron desorientados y fueron los políticos los que tuvieron que salir a llevar tranquilidad al empresariado del sector.
Martín Yeza de Pinamar indicó que “inimaginable es que no
haya temporada” y dijo que entiende que habrá que tomar cuidados concretos:
"Se va a resolver, porque hay herramientas para trabajar", explicó.
La hotelería, que no abrió aún, y la gastronomía, ya tienen
sus protocolos. Los bares y restaurantes en funcionamiento bien entrenado
tendrán el suyo para cuando llegue el verano. Aun con diferencia en las fases
de una y otra, los gastronómicos ya trabajan en la Costa.
Pero para los balnearios el reglamento sanitario está en
elaboración. Este viernes, los empresarios de los que están ubicados en Mar del
Plata tendrán una nueva charla con los funcionarios de turismo.
"Hasta que no haya vacuna, todas las actividades
vuelven con protocolo y el turismo no será la excepción", explicó a este
diario el titular del Ente Municipal de Turismo (Emtur) de Mar del Plata,
Federico Scremin. "Estamos trabajando y manteniendo contacto con las
diferentes cámaras vinculadas al turismo, todos los días nos preparamos para
cuando el turismo se reactive".
"Será diferente, eso ya lo sabemos, pero no sabemos
todavía cómo será", contó el dueño de un balneario de las playas del norte
marplatense.
En Mar del Plata no hay valores todavía, pero los operadores
comienzan a recibir consultas. "Quieren saber si ya hay tarifas, también
cómo será", cuenta a este diario Miguel Angel Donsini, titular del Colegio
de Martilleros, que ya tiene protocolo aprobado por la provincia de Buenos
Aires para alquileres.
"Por ejemplo, no habrá cama caliente", explica:
quiere decir que cuando una familia abandona una casa o departamento, esa
propiedad permanecerá un día cerrada para desinfección y dejarla lista para los
nuevos inquilinos. Los martilleros se reunen en septiembre para fijar los
valores de la temporada.
Yeza entiende que la aplicación de un protocolo en los
balnearios "será un desafío", y tampoco en su distrito todavía fueron
elaborados. Para los operadores las claves estarán dadas en el distanciamiento
social y la cantidad de público que podrán recibir.
"Nosotros ganamos 100 mil metros de playas con la
reformulación del frente costero", se entusiasma Yeza, que propone "ampliar"
las posibilidades del destino con, por ejemplo, senderos de mountain bike y
anfiteatros para asistir a espectáculos en espacios abiertos, ya que no podrían
realizarse en salas.
La lectura que hace el intendente pinamarense en estos días
es que la próxima temporada será de estadías más largas y con menos rotación de
gente, producto del propio cambio de conducta de los viajeros. Para Yeza, esa
dinámica podría implicar que "haya un índice menor de consumo". El
año pasado, los turistas permanecieron un promedio de 5,5 noches.
En Villa Gesell, los operadores turísticos contarán con un
sello de calidad sanitaria que los distinguirá, "requerirá nuevos hábitos
en la prestación de servicios", explicó el secretario de Turismo, Emiliano
Felice, convencido de que hay que ver lo que ocurrió en otros países, pero no
copiar a ninguno: "Debemos generar nuestro sistema propio en la Costa
Atlántica", aseguró.



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