De inmediato arribó una dotación a cargo del Jefe del cuerpo, José Díaz y se prestaron a sofocar el fuego que habían iniciado.
La tarea no demandó muchos minutos, pero sí fueron muchos los movimientos que se observaron.
Una vez que terminó la tarea de bomberos, los presos nuevamente comenzaron con algunos ruidos dentro de las celdas, lo que ocasionó que tuviesen que bajar más miembros de la policía que no estaban en la comisaría.
No se pudo advertir la presencia de las autoridades de la dependencia ubicada en calle Rivadavia, como para poder aportar algún dato más sobre lo ocurrido en ese lugar.




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