En la primera jornada de extensión horaria y ampliación de apertura de rubros comerciales sirvieron, en primera medida, para hacer desaparecer las colas en los ingresos de los cajeros automáticos y supermercados.
La mayoría de los comerciantes decidió probar e intentar sacar provecho del horario de la siesta para ver si lograban el ingreso de clientes que permitieran mejorar los magros números del último mes.
Plazas, parque y la avenida Buenos Aires fueron los lugares que concentraron a vecinos y hasta algunos runners que – con la protección obligatoria de tapabocas y distanciamiento social- pudieron disfrutar del ejercicio y el esparcimiento tranquilo, amplio y sin apuros.
En muchos comercios regresaron los denominados “turno tarde” y algunos trabajadores fueron convocados desde el mediodía a cumplir tareas en locales y supermercados.
La ciudad sigue sin circulación se COVID-19 y, ahora, serán esenciales los controles de acceso a la ciudad porque es el único sitio en donde tempranamente se puede detectar si alguien presenta síntomas del virus.
Con tan solo tres horas más hubo menos aglomeraciones, más movimiento social y económico en un día en donde culminó una medida de proteger ante lo que aún no ha llegado sin magnificar el daño causado.
GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo
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