En esa línea, el municipio trabaja a contra reloj en la redacción de un decreto tentativo que relaja los controles internos para dejar de lado la idea de Aislamiento Social estricto. Pero también se analiza hacer más férreo el control en los accesos a la ciudad. La idea es: no hay circulación de virus y “acá no entra nadie”.
Por eso se analiza en el municipio la apertura de regalerias, tiendas, casa de ropa deportiva, casas de electrodomésticos y locales de servicios en general pero con el cumplimiento de las normas de distanciamiento que se estipularon con anterioridad.
No abrirán ni bares ni restaurantes, tal como anticipó Central de Noticias Madariaga el fin de semana.
Tampoco se permitirán actividades o locales en donde pueda agruparse gente. En este rubro entran, por ejemplo, las regalerías o tiendas que tendrán que cumplir con la regulación local de determinado número de personas por metro cuadrado del comercio.
Una medida también anticipada por Central de Noticias Madariaga es el tapaboca. Todos en la calle deberán usarlo y en los comercios también. Esta tarde el gobierno bonaerense emitirá un decreto en ese sentido y las municipalidades de plegarán a el.
En los accesos habrá desinfección de vehículos y sólo podrán entrar los que tengan domicilio en la ciudad o transporten comida y vívires. A los conductores se les hará un control de temperatura para descartar fiebre.
El único problema es el intercambio diario de trabajadores entre Pinamar, Gesell y Madariaga. Al menos se detectan 100 salidas diarias de operarios que van a esos distritos y luego regresan. Todos lo hacen amparados por el DNU presidencial y se estudian controles especiales para ellos y medidas de seguimiento.




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