"Atento al ALTO RIESGO CREADO por su actividad se ha comunicado a la autoridad correspondiente la situación de riesgo generada al edificio y que, hasta tanto se tome otra medida, SE LA INTIMA A EVITAR EL TRÁNSITO Y PERMANENCIA EN ZONAS COMUNES así como tocar elementos tales como picaportes, barandas de escalera, acceder a terraza y demás elementos que ATENTO LA GRAVEDAD DE LA PANDEMIA PONGAN EN RIESGO A QUIENES HABITAN EL EDIFICIO", así comienza el relato, con mayúsculas inclusive.
A la médica, de la que se desconoce su identidad o en qué área y hospital desarrolla su actividad, se le indica que "caso omiso se le imputarán los delitos y/u omisiones en que usted recayera en virtud de lo normado por el capítulo VII y concordantes del Código Penal Argentino, reservando acciones que de naturaleza civil y/o penal pudieran ser motivo de reclamo por su proceder, omisión, negligencia y/o impericia".
En principio, se trataría de un alquiler temporario. La médica comenzó a habitar el departamento el 31 de marzo, dos días después de que un hombre, que volvió de España con su hijo y pasaron la cuarentena allí, lo desocupara. Horas más tarde, el consorcio le pasó esa carta por abajo de la puerta.
Rápidamente, el escrito se filtró en las redes sociales. Y en Twitter causó una fuerte indignación. Varios usuarios se quejaron por la actitud que ese grupo de vecinos mostró hacia la médica y la decisión de intimarla con la posibilidad de llevar la situación al fuero penal.
GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo
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