La pequeña Agatha recibió un disparo en la espalda mientras viajaba con su madre en transporte público en una favela. Es la quinta menor muerta en una operación policial en Río en lo que va de año.
En medio de gritos de dolor y rabia de familiares fue enterrada ayer la nena de 8 años, víctima de una bala perdida durante una acción de la Policía Militar (PM) en una favela de Rio de Janeiro, un nuevo caso que refleja el aumento de fallecidos en operativos anticrimen.
"Es un ángel a lado de Dios, era digna, saludable, pura, inteligente, obediente. No decía palabrotas, era una persona que obedecía a la madre, que obedecía al padre", admitió llorando Ailton Felix, el abuelo de la pequeña.
El caso está siendo investigado por las autoridades ante las diferentes versiones de policías y familiares sobre lo que ocurrió.
La gobernación del Estado de Rio de Janeiro y la PM sostienen que "un grupo de criminales realizaron ataques simultáneos en diferentes lugares" del Complejo Alemao durante los cuales la niña recibió el disparo.
En tanto, los familiares de Agatha niegan que hubiese un enfrentamiento en ese momento, mientras los testimonios de vecinos recogidos por la prensa brasileña apuntan que la niña murió cuando policías militares dispararon contra dos sujetos que iban en moto.
La Policía Civil, por su lado, indicó que la comisaría de homicidios recogió testimonios de familiares de Agatha y el lunes se recabarán más declaraciones, en tanto las armas de los PM se someterán a "pericias" así como la "bala extraída del cuerpo de la víctima".
GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo
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