El gobernador demócrata Jerry Brown tomó esta medida excepcional debido a la rapidez con la que avanzaron las llamas en los condados de Lake y Napa, situados en la famosa región vinícola al norte de San Francisco.
Al menos 1.000 bomberos fueron desplegados en esa zona para apagar el denominado Incendio del Valle (Valley Fire, en inglés), que está descontrolado y ha quemado ya más de 16.000 hectáreas.
Miles de personas tuvieron que abandonar sus viviendas, por lo que la Cruz Roja habilitó varios refugios.
El portavoz del departamento de bomberos de California (CalFire), Daniel Berlant, señaló en su cuenta de Twitter que todavía es pronto para cuantificar los daños, pero que "cientos de estructuras han sido destruidas".
California, AFP-NA.

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