Según los empleados del restaurant, ubicado en Olavarría casi Alberti, las personas habían salido minutos antes del bar Antares y “estaban alcoholizadas”. De acuerdo a su descripsión, tenían palos que habían utilizado para golpear al cuidacoches por razones que se desconocen. Frente a esta situación, el “trapito” entró desesperado a la parrilla y se refugió en el baño.
Los violentos, enceguecidos en su afán por pegarle al hombre, trataron de entrar al local pero los mozos y bacheros lo impidieron. Esto provocó una batalla campal que terminó con tres detenidos y tres vidrios rotos, además de decenas de copas, vajilla y botellas.
El cuidacoches sufrió algunas lesiones en su cabeza y su cuerpo porque fue alcanzado por el grupo de personas antes de ingresar al conocido restaurant. Por su parte, varios de los mozos fueron heridos en sus brazos y caras.



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