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Luciana Rosa y José Azpirolea |
En diálogo con Roberto “Tito” Bausela en Okey Radio aseguró que “hasta hoy aún no hay nada de nada”, acerca del atacante que ingresó a su casa y disparó contra el hombre luego de robarles unos 500 pesos.
Rosa agregó que “perdió su trabajo” de chofer de remís por las diferentes versiones que circularon acerca del hecho criminal que sucedió en su vivienda.
“El dolor es inexplicable, no se lo puedo contar a nadie y es algo que solo se siente. No tengo la mejor voz del mundo porque estoy quebrada continuamente. Le robaron la vida a una persona inocente y la mía también”, sostuvo entre sollozos al empezar la nota telefónica.
“Me quitaron mi vida porque yo tenía un futuro imaginado al lado de José. Teníamos muchos planes y estábamos a punto de casarnos. Planeábamos muchas cosas juntos y éramos muy felices. Y de repente viene un delincuente, así de la nada se mete en tu casa, te robe dos mangos y le parezca poco y te mate”, se preguntó con indignación.
Luego llegó el momento del relato pormenorizado de lo sucedido aquél domingo en donde sostuvo que el delincuente entró después de dar un golpe seco a la puerta, la cual tenía picaporte externo y estaba sin llave.
Rosa indicó que todo fue muy rápido y que, de repente, tenía a esta persona delante suyo, con una media can can en la cabeza y sólo podía ver los ojos porque tenía dos agujeros.
Allí le pidió el dinero, que estaba en la habitación donde José Azpirolea estaba durmiendo, y ella empezó a llamar a su pareja para que le alcance la billetera.
“Le digo José despertate. Y él me dice: ¿qué pasó?. Le digo: alcánzame la billetera de la mesa de luz y no hagas nada. Vino hasta la cocina y me la da a mí y se encuentra con la situación”, recordó.
Allí es cuando el ladrón pide también un celular, se dirigen hacia la habitación y, tras gatillar dos veces un disparo mortal hiere a Azpirolea que se encontraba en la cama. “Fue todo muy rápido lo quiso rematar en el suelo y me pasa como una película por la cabeza. Quería que la tierra me tragara”, rememoró.
Después hubo un intento por dispararle a Luciana Rosa. “Hacia tic tic el arma y no salía y ahí decidí enfrentarme con él. Yo forcejeo con él y tengo golpes en el cuerpo. Mi desesperación era sacarle el arma para que no siguiera disparando y entramos en un forcejeo no recuerdo si le pegue y el se escapa cuando zafa de mí”, aseguró.
Luego Luciana sostuvo que en el país “no nos acostumbramos a que no hay una buena justicia, no hay personas especializadas para ciertos casos y uno está acostumbrado a no cuidarse demasiado”.
Reconoció que tras lo sucedido piensa en armarse, que tiene miedo y vive encerrada y que no logra hallar una explicación a todo lo que ha pasado.
“Tengo una custodia que da risa. Vine desde Dolores el día miércoles con una orden de una fiscal que ordenaba una custodia de 24 horas y duro de 21.30 a 23.45 cuando, por orden del intendente y del comisario, se levantaba la custodia. Nunca me explicaron el porqué”, afirmó.
Sobre los rumores que se originaron en torno a la causa, cuestionó a lo vertido en redes sociales y en algunos medios locales. “Las personas quieren jugara ser investigadores y no se fijan en el daño que producen porque hoy te puedo decir que me quede sin trabajo por toda la habladuría. No tengo un antecedente penal y no mate a mi marido y lo único que hice fue enamorarme de él. Hoy me arruinaron mi vida. Acá todo el mundo mezcla las cosas. A mí me están haciendo un daño tremendo. Desesperada de pasar todo esto pienso en irme de Madariaga, quiero dejar mi pueblo, el que me vio nacer y trabaje toda mi vida”, sostuvo al cerrar la entrevista
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