Joyce Hardin Garrad es una señora mayor que recibió la pena de cadena perpetua por haber castigado a su nieta hasta la muerte.
La abuela se enteró mediante la conductora del micro escolar que siempre llevaba a Savannah Hardin que la menor le había robado un caramelo a una compañera y se enojó. "Ella va a correr hasta que yo le diga que pare", le contestó a la dueña del rodado, según cita The Washington Post.
Fue en ese mismo día en que los vecinos vieron como Savannah corrió y corrió por más de tres horas por las calles aledañas hasta caer desplomada, vomitó y quedó inconsciente.
Luego de sufrir la convulsión, la jovencita fue hospitalizada y murió varios días después, al ser desconectadad de las máquinas que la mantenían con vida



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