Un proyecto de ley presentado en la Legislatura bonaerense por la diputada del kirchnerismo Lucía Lorena Klug (Unión por la Patria), cercana a Juan Grabois, generó un escándalo en el sector agropecuario al proponer cobrar un "impuesto" al gas metano que emiten las vacas durante su proceso digestivo.
La iniciativa -según se informó- busca crear la "Tasa Ambiental sobre el Metano en Buenos Aires (TAMBA)", que obligaría a los productores ganaderos a pagar en función de los kilogramos de dióxido de carbono equivalente (CO₂e) emitidos, calculados en relación a la cantidad de cabezas de ganado.
El rechazo del campo y la inviabilidad técnica
El proyecto, presentado como un esquema de "Responsabilidad Extendida del Productor" para mitigar las emisiones, generó una condena inmediata del sector rural.
- CARBAP: La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) fue tajante. Su presidente, Ignacio Kovarsky, sentenció: "Cobrar por respirar a las vacas no reduce emisiones, reduce producción", rechazando una nueva carga impositiva sobre la ganadería bonaerense.
- Oposición: El diputado provincial Luciano Bugallo (Coalición Cívica) calificó la iniciativa como un "impuesto a los pedos de las vacas" y denunció que el proyecto es impracticable porque no existe tecnología accesible y verificable para medir las emisiones de metano individualmente en cada establecimiento ganadero.
Klug argumentó que la ganadería representa el 19% del metano provincial, un gas de efecto invernadero. Sin embargo, fuentes legislativas aseguran que el proyecto no tiene apoyo de otros bloques y que su futuro parlamentario es "casi nulo" debido a la falta de consenso y las objeciones técnicas.
La ganadería bovina es responsable de una parte significativa de las emisiones globales, contribuyendo de manera importante al cambio climático.
En detalle, la mayor parte del metano producido por ganado proviene de los eructos durante la digestión (fermentación entérica), más que de los flatos.
El metano se produce en el rumen (cuando rumian su comida), donde microorganismos descomponen la celulosa. Y el metano tiene un potencial de calentamiento global 28 veces mayor que el CO₂ en un horizonte de 100 años.
Pero permanece menos tiempo en la atmósfera (aproximadamente 12 años), su efecto inmediato es mucho más intenso.
Dentro del 19% de metano generado por ganado, las vacas son responsables de alrededor del 40% de esas emisiones. Evitar estas emisiones también es uno de los postulados de los Objetivos para el Desarrollo Sustentable de Naciones Unidos (ODS-ONU) aunque -presumiblemente- esto tiene un impacto en los costos de producción ganadera, uno de los principales sectores económicos de la Argentina.
GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo
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