BUENOS AIRES – La sesión preparatoria para la jura de los 127 nuevos diputados nacionales quedó envuelta en una fuerte polémica luego de que se viralizaran una serie de exabruptos atribuidos al presidente provisional de la Cámara, Gerardo Cipolini. Los comentarios, de índole sexista, fueron captados por los micrófonos abiertos del recinto y motivaron una contundente respuesta de la diputada Cecilia Moreau, quien exigió un pedido de disculpas público.
Micrófonos abiertos y frases polémicas
El incidente se produjo mientras Cipolini, legislador de la Unión Cívica Radical (UCR) y encargado de presidir la sesión por ser el diputado de mayor edad presente, tomaba juramento a los nuevos miembros. Durante la transmisión oficial, se escucharon frases fuera de protocolo dirigidas hacia algunas legisladoras que pasaban al estrado.
Según los registros que circularon rápidamente en redes sociales, se oyeron expresiones como: “¿Quién es Rosario Goitia? ¡Qué buena que está!”, “¡Che, pero qué buena que está la peruca! Terrible” y “¡Che, qué linda!”.
La respuesta de Cecilia Moreau: "Somos mucho más que un cuerpo"
La tensión escaló cuando Cecilia Moreau, diputada de Unión por la Patria, asumió la Vicepresidencia Primera de la Cámara. Al tomar la palabra, no dejó pasar los comentarios escuchados previamente y confrontó directamente a quien había presidido la asamblea momentos antes.
“El presidente provisional, el diputado Cipolini, comentó 'qué buena que está' y eso está en todos los medios de comunicación”, sentenció Moreau desde su banca. Y agregó con firmeza: “Creo que las mujeres somos mucho más que un buen culo, que un cuerpo; somos cabeza, somos corazón, somos ideas, somos coraje y somos perseverancia. Le pido con toda humildad que pida disculpas por esta declaración pública”.
La defensa de Cipolini: culpa a la tecnología
Tras la interpelación de Moreau, Gerardo Cipolini solicitó la palabra para ejercer su defensa, negando rotundamente haber pronunciado dichas frases. En su descargo, el diputado chaqueño de 82 años argumentó que podría tratarse de una manipulación técnica.
“La tecnología ha avanzado a límites irreconocibles. Tal vez uno sale diciendo cosas que no ha dicho”, sostuvo el legislador radical. Además, enfatizó su rechazo a las acusaciones apelando a su entorno familiar: “No voy a pedir perdón por algo que no he dicho, de ninguna manera acepto esa imputación. Soy un hombre grande, tengo hijas, nietas; de ninguna manera voy a permitir en un escenario respetuoso una expresión de este tipo”.
El episodio empañó una jornada institucional clave que contó con la presencia de altos funcionarios del Ejecutivo, dejando en evidencia las tensiones y el clima caldeado en el Congreso de la Nación de cara al nuevo período legislativo.
GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo
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