Primero había pedido un careo con el primer testigo del jury:
Patricio Ferrari, fiscal general adjunto de San Isidro. Ante la negativa de la
presidenta del jurado de enjuiciamiento, Hilda Kogan, Julieta Makintach pidió
declarar.
“Quiero que me conozcan, quiero dar mi verdad”, afirmó,
después de contar que estaba muy nerviosa. También afirmó que desde que estalló
el escándalo por su eventual participación en un documental sobre el caso de la
muerte de Maradona, revelación que dinamitó el juicio, ya no puede dormir por
las noches.
Makintach explicó que la idea del documental había surgido
en febrero pasado, que fue la propuesta de una amiga suya, y que aceptar
participar en él terminó siendo un error que no “pudo dimensionar”.
“Quería dar la mejor imagen de la Justicia. Cumplí mi rol de
jueza desde el minuto uno del juicio. Nunca imaginé que iba a generar tanto daño
a la Justicia. Fue todo lo contrario a lo que yo buscaba”, afirmó.
También sugirió que hubo “un juicio oculto”, negociado por
las partes del proceso, aunque explicó que no es ella quien deba sacarlo a la
luz.
“Estoy pagando un precio carísimo por no haber dimensionado
el precio de este disparate”, afirmó.
El debate se desarrolla en una sala del subsuelo del
edificio anexo de la Cámara de Senadores de la provincia de Buenos Aires, en La
Plata.
“Pido disculpas a la familia [Maradona], pido perdón por
cómo dañé la imagen de la Justicia”, sostuvo en medio de su relato.
Varias veces, a lo largo de su relato, pidió disculpas y
dijo lamentar lo sucedido a partir de su recusación y la nulidad del debate.
Más de una vez dijo estar arrepentida.
“Lamento profundamente esto: Ojalá hubiera podido volver el
tiempo atrás”, afirmó. E intento explicar que la propuesta que le había hecho
su amiga era para participar de un documental sobre la Justicia y su rol como
jueza.
También contó que consultó sobre el proyecto con una
persona, a la que no identificó, que le pareció una “idea brillante”. Y agregó:
“Me hablaron de Cromañón y de la ESMA [por los juicios]”.
Hizo referencia a los otros dos jueces que participaron del
malogrado debate: Verónica Di Tommaso y Maximiliano Savarino, que cumplía las
veces de presidente del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°3 de San Isidro en
el juicio.
“Lo hablé con mis colegas sobre el documental. Consulté
sobre la cámara para el primer día [del debate]. Todos sabían que iba a haber
una cámara con planos cortos hacia mí y todo bien”, aseguró.
Para la suspendida jueza Makintach, “hubo un escarnio
mediático muy fuerte” hacia ella a partir de lo sucedido con el documental que
iba, según las pruebas reunidas durante la investigación, iba a llamarse
Justicia Divina.
Aprovechó la oportunidad de hablar frente al jurado para
decir que el fiscal Ferrari había faltado a la verdad en su declaración.
“No tengo nada que ocultar. Lo que me hizo saltar de la
silla fue la declaración de Ferrari. No fueron ciertas [parte de sus
palabras]”, explicó.
Makintach parecía estar ansiosa por todo lo que quería
decir. “Estoy nerviosa”, aclaró. Juró por sus hijos que no conocía a la
productora detrás del proyecto de Justicia Divina.
El jury había comenzado con los lineamientos de las partes
acusadoras y la defensa, encabezada por el abogado Darío Saldaño.
“Esta acusación pretende demostrar que la magistrada, en su
calidad de jueza, decidió personalmente participar en un video, en un proyecto
audiovisual sobre el juicio en el que juzgaba la responsabilidad de hombres y
mujeres vinculados presuntamente a la muerte de Diego Maradona, con el fin de
explotarlo comercialmente”, sostuvo la fiscal general de Necochea, Analía
Duarte, a cargo de la acusación pública.
Antes de anunciar que pedirá la destitución de la
magistrada, sostuvo que la jueza Makintach afectó la imagen de todo el Poder
Judicial. “Nos avergonzó ante todo el mundo”, afirmó.
Y explicó: “Le atribuyo incompetencia y negligencias
demostradas en sus funciones; incumplimiento en los deberes inherentes a su
cargo; parcialidad manifiesta, revelación de secretos, malversación de caudales
públicos y violación de los deberes de funcionario público y abuso de
autoridad”.
Para finalizar, sostuvo: “Todos estos hechos serán
demostrados fehacientemente. Entendemos que ha perdido las condiciones que la
Constitución exige para el ejercicio de tan alta investidura, correspondiendo
su destitución”.
Los abogados Gastón Marano, representante de Julio César
Coria, que fue custodio de Maradona y en medio del malogrado juicio fue
detenido por presunto falso testimonio, y Guillermo Sagués, representante del
Colegio de Abogados de San Isidro, a cargo de las acusaciones privadas, también
adelantaron que solicitarán la destitución de la magistrada.
“No puede continuar en el ejercicio magistratura. Ha sido
una vergüenza para el ejercicio profesión. Debe ser destituida de su cargo”,
dijo Marano. También manifestó que van a demostrar que la detención de Coria en
medio del juicio fue “motivada por cuestiones funcionales” y que “había un
interés que tenía que ver con el proyecto audiovisual”.
GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo
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