El expresidente brasileño Jair Bolsonaro, desde agosto con
prisión domiciliaria, fue arrestado por la policía este sábado de forma
preventiva y enviado a prisión en el marco de la causa por la que fue condenado
a 27 años de cárcel tras haber conspirado para impedir la asunción del actual
mandatario, el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, quien lo venció en los
comicios de 2022. Se encuentra en la “sede de la policía federal en la
capital”, a la espera del traslado.
“Fue preso pero no sé el motivo”, dijo el abogado Celso
Vilardi. En tanto el diario local O Globo indicó que se trata de una prisión
preventiva, dictada por el juez de Moraes, frente al posible riesgo de fuga
tras constatar que quiso quitarse la tobillera electrónica y ante “la confusión
causada por la manifestación convocada por su hijo”. Uno de sus asistentes,
Andriely Cirino, confirmó que la detención se produjo alrededor de las seis de
la mañana.
Por su parte la Policía Federal informó en un comunicado que
“cumplió un pedido de prisión preventiva por decisión del Supremo Tribunal
Federal”, aunque sin mencionar al expresidente.
Poco después se dio a conocer el fallo de Alexandre de
Moraes, juez del Supremo Tribunal que supervisó el caso y quien aseguró que la
decisión se tomó debido a que Bolsonaro quiso en las últimas horas (cerca de la
medianoche) sacarse la tobillera electrónica que lleva desde el 18 de julio.
“Esa información muestra la intención del condenado de
romper la pulsera de tobillo para garantizar el éxito de su fuga, lo que se
vería facilitado por la confusión que causaría una manifestación organizada por
su hijo”, alegó el magistrado en la previa a una marcha en apoyo al
expresidente. Y es que desde el jueves, el senador Flávio Bolsonaro, hijo del
detenido, convoca a los seguidores de su padre a salir a la calle para
respaldarlo. A través de sus redes sociales difundió un video en el que invoca
oraciones al “Señor de los Ejércitos” frente a las “injusticias” y las
“persecuciones”.
Desde agosto, Bolsonaro, de 70 años, cumplía prisión
domiciliaria preventiva en un lujoso condominio de Brasilia y está monitoreado
electrónicamente. El expresidente, que gobernó Brasil entre 2019 y 2022, sigue
siendo el líder de la derecha y la ultraderecha brasileñas.
En los últimos días, los medios locales aseguraron que el ex
jefe de Estado, quien lideró el gobierno entre 2019 y 2022, iba a comenzar a
cumplir su sentencia en algún momento de la próxima semana, después de haber
agotado todas las apelaciones a su condena por liderar un intento de golpe de
Estado.
La causa judicial
En septiembre, Bolsonaro fue condenado por el Supremo
Tribunal a 27 años y 3 meses de prisión por encabezar un plan destinado a
desconocer el resultado electoral de 2022 y alterar el funcionamiento de las
instituciones democráticas tras su derrota frente a Lula da Silva. Según la
fiscalía, ese esquema incluía acciones coordinadas para matar a Lula, provocar
desorden, y maniobras destinadas a facilitar un levantamiento a comienzos de
2023.
Los jueces consideraron que promovió la actuación de un
grupo armado con fines políticos, algo que Bolsonaro rechaza.
Tras el fallo, el exmandatario quedó inhabilitado - por ocho
años después del vencimiento de su condena- para ejercer cargos públicos,
aunque mantiene un peso significativo dentro de la derecha brasileña. De hecho,
encuestas recientes indican que, si no estuviera impedido, sería competitivo en
una futura elección nacional.
El ex jefe de Estado mantiene una cercanía política con
Donald Trump, quien calificó su proceso judicial como una “caza de brujas”. En
julio, Bolsonaro fue mencionado en una orden del gobierno estadounidense que
elevó en un 50% los aranceles a determinadas exportaciones brasileñas. Este
viernes, Trump revocó la mayoría de esos incrementos, reduciendo la tensión
comercial.
GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo
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