Un trágico accidente conmocionó a Río Grande, Tierra del Fuego, el último fin de semana. El piloto chileno Erick René Paredes Vargas, de 29 años, conocido en el ambiente automovilístico como “Coyote”, y su pareja, Laura del Carmen Rosas Velásquez, murieron luego de protagonizar un violento choque mientras probaban un auto de rally que habían ido a comprar.
El deportista había viajado desde Chile junto a su novia para adquirir un Renault Clio de competición perteneciente al exfutbolista del club Camioneros, Cristian Oroz (39), quien accedió a prestarle el vehículo para realizar una prueba de manejo.
El accidente
El domingo, pasadas las 16.30, la pareja salió a recorrer la ruta complementaria 5, un camino de ripio que conduce a la estancia María Behety. A unos 800 metros del cruce con la avenida Circunvalación, Paredes Vargas perdió el control del auto, que comenzó a girar sobre sí mismo y terminó impactado por una Toyota Hilux roja conducida por Jorge Oscar Trejo, de 79 años, que se dirigía hacia la ciudad.
El impacto fue devastador: la camioneta golpeó de lleno la puerta delantera derecha, donde viajaba la mujer, quien murió en el acto.
El piloto, en tanto, sufrió fracturas múltiples en brazos, traumatismo craneoencefálico y cortes profundos en el rostro y la cabeza. Fue trasladado de urgencia al Hospital Regional de Río Grande, donde falleció a las 22.30 tras un paro cardiorrespiratorio.
Trejo fue asistido por personal médico y recibió el alta pocas horas después.
Vehículo no autorizado para circular
El comisario inspector Leopoldo López Lotero, jefe de la Comisaría 5ª de Río Grande, confirmó que el Clio no estaba habilitado para circular por la vía pública, ya que se trataba de un vehículo de competición “preparado exclusivamente para correr”, sin chapa patente ni seguro.
Fuentes judiciales informaron que el fiscal Ariel Pinno había imputado inicialmente a Paredes Vargas por homicidio culposo y lesiones leves al otro conductor. Sin embargo, tras su fallecimiento, la acción penal se extinguió, aunque la causa continuará abierta para completar las pericias accidentológicas y mecánicas.
La Justicia también ordenó la realización de autopsias y estudios técnicos sobre los vehículos, además de solicitar al municipio información sobre la documentación y las condiciones legales del auto de rally.
Investigación abierta
Por el momento, la Fiscalía de Río Grande mantiene activa la investigación para determinar responsabilidades. No se descarta que el propietario del Clio, Cristian Oroz, enfrente una demanda civil en caso de que el conductor de la camioneta decida reclamar daños o resarcimiento.
El hecho dejó una profunda consternación tanto en el ambiente automovilístico chileno como en la comunidad fueguina, que aún intenta asimilar el desenlace de lo que comenzó como una simple prueba de manejo y terminó en una tragedia.
GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo
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