La Justicia de Mendoza volvió a condenar a Julieta Silva, la
mujer que atropelló y mató a su novio rugbier en 2017: esta vez le dieron 9
meses de prisión domiciliaria por haber golpeado a su marido, Lucas Giménez.
La mujer, que se hizo conocida en todo el país tras ser
condenada por la muerte de Genaro Fortunato, escuchó la sentencia en un juicio
abreviado. El fallo fue firmado por el juez Claudio Gil.
Además, Silva fue declarada reincidente y sobreseída en
otros tres delitos por los que había sido imputada: privación ilegítima de la
libertad agravada, amenazas agravadas y desobediencia a una orden judicial.
“Está contenta. Fue sobreseída en tres delitos y tuvo un
abreviado por lesiones”, comentó Roberto Castillo, su abogado.
El acuerdo y la declaración de culpabilidad
En un acuerdo con el fiscal Fabricio Sidoti, la mujer se
declaró culpable del delito de lesiones leves y deberá cumplir la pena bajo la
modalidad de prisión domiciliaria, tal y como venía haciéndolo.
El acuerdo había sido solicitado por la defensa el 3 de
agosto, en una presentación por escrito ante el fiscal. El caso que llevó a
Silva nuevamente ante la Justicia ocurrió el 24 de julio pasado. Ese día, quedó
detenida tras ser formalmente imputada por lesiones leves agravadas por el
vínculo en perjuicio de su pareja, con quien tiene una hija de un año.
La investigación se inició a partir de la denuncia de Lucas
Giménez, quien aseguró que sufrió agresiones físicas por parte de Silva.
Personal policial constató las lesiones en el domicilio y se dispuso una
prohibición de acercamiento mientras avanzaban las pericias médicas y las
declaraciones testimoniales.
El 8 de agosto, el juez Gil le concedió la prisión
preventiva con cumplimiento en su domicilio y tobillera electrónica, para que
pudiera cuidar de su hija.
El fiscal Sidoti había pedido esta medida al considerar que
existía riesgo de fuga y posible influencia sobre el testigo, ya que Silva
habría violado las reglas de conducta impuestas en la causa. Entre ellas, no
mantener contacto con el denunciante. Además, la Justicia advirtió sobre el
riesgo para la integridad física del hombre.
La trama judicial sumó además la denuncia de la expareja de
Giménez, quien en diciembre acusó a Silva de haberla amenazado a ella y a su
hija.
En su testimonio, la mujer aseguró que Silva le dijo: “Yo te
voy a comer el hígado y los riñones a vos y a tu hija. Las voy a dejar en la
calle”.
Según la fiscalía, el 16 de julio, y pese a una orden de
restricción, Silva volvió a contactarse tanto con Giménez como con la nena, lo
que configuró el delito de desobediencia. En su declaración, la imputada
también desmintió ese hecho y aseguró que fue Giménez quien la buscó a ella.
Atropelló y mató a su novio, pero siempre dijo que fue sin querer
La madrugada del 9 de septiembre de 2017, a la salida de un
boliche en San Rafael, Julieta Silva atropelló y mató con su auto a Genaro
Fortunato, de 25 años y -por entonces- su novio.
Aunque la fiscalía y la querella sostuvieron que fue un acto
intencional, la Justicia la condenó por homicidio culposo, figura que descarta
intención de matar, y le otorgó prisión domiciliaria por ser madre de dos
menores. El fallo generó una fuerte polémica en Mendoza.
Silva cumplió esa pena, rehízo su vida y se casó con
Giménez, que la terminó denunciando por violencia.


Redes