Patricia Bullrich insistió que el diputado nacional y
candidato libertario José Luis Espert vuelva a los medios y conteste “claro”
sobre sus presuntos vínculos con el narcotráfico. La explicación que dio anoche
Espert en A24 no resultó suficiente para la ministra de Seguridad, que le dio
aún más dramatismo al episodio con un mensaje hacia adentro del Gobierno: “Hay
que salvar al Presidente”.
En una línea similar fue el jefe de ministros, Guillermo
Francos, este jueves en su paso por la Cámara de Comercio de Estados Unidos en
la Argentina (AmCham), donde dijo: “Espert tiene que dar una explicación clara
y contundente. No creo que tenga que dar un paso al costado, salvo que diga que
tiene alguna responsabilidad”.
Pasado este mediodía, Espert llegó a la sede de Gobierno, en
la que no estaba el mandatario, y se dirigió al despacho del asesor
presidencial, Santiago Caputo. Estuvo allí una hora exacta y se retiró sin
hacer declaraciones.
Según pudo saber LA NACION, puertas adentro del Salón Martín
Fierro, donde está el despacho de Caputo, se habló de la estrategia discursiva
y de lo que viene en la campaña. No es el primer asesoramiento que Espert
recibe en las últimas horas.
Tras el encuentro también se desprendió que Espert seguirá
adelante con todo lo planeado alrededor de la campaña y esta tarde se espera
que se muestre en Ezeiza, en la presentación del Proyecto de Código Penal, del
que también participará el mandatario. Allí podría registrarse la primera foto
entre ambos desde que comenzó el escándalo.
En paralelo, en el gabinete se acrecentó el malestar con
Espert, que evitó responder si había recibido un pago de US$200.000 por parte
de Alfredo “Fred” Machado, detenido en Viedma y con pedido de extradición por
parte de Estados Unidos por una causa de narcotráfico. La única diferencia
entre Bullrich y el resto de los ministros es que ella habló públicamente. “El
narcotráfico es su bandera y ella no puede no salir a decir nada si hay una
acusación de este tipo”, argumentaron desde la Casa Rosada sobre la postura de
la ministra.
El único que hasta ahora defiende a Espert de forma total,
tanto en público como en privado, es el presidente Javier Milei. El respaldo es
tal que, de no mediar cambios, tiene pensado subirlo al escenario junto a él el
próximo lunes, cuando el mandatario presente su nuevo libro con un acto y show
en el estadio Movistar Arena. Luego de eso, volverían a mostrarse en público el
martes, en San Isidro, en una recorrida prevista inicialmente para este sábado,
pero reprogramada por un supuesto cambio de agenda.
“Si yo creyera que alguno está sucio, lo hubiera echado,
pero no me voy a dejar psicopatear ni darles el crédito de ensuciar a gente
honesta. Está claro que es una operación berreta”, dijo Milei anoche en una
conversación en Radio Mitre.
A contramano del respaldo del Presidente, en el resto del
espacio libertario el enojo con Espert es cada vez mayor. De hecho, hay fuentes
oficiales que consideran que si Milei baja la candidatura de Espert obtendría
un resultado positivo en la provincia de Buenos Aires en las elecciones del 26
de octubre próximo.
El legislador acarrea una particularidad previa que se
acrecentó con las acusaciones actuales: “El problema de base con Espert es que,
salvo Javier, no lo quieren nadie”. La frase, dicha por un hombre con acceso
directo al área presidencial, es un resumen de lo que sucede en todas las
terminales del oficialismo en las que temen un impacto negativo en la campaña
electoral. La muestra de esa resistencia a Espert es que nadie, salvo Milei,
salió a respaldarlo de las acusaciones.
El malestar con Espert era palpable. Ayer se le exigió que
diera explicaciones y por eso fue a A24 para dar su versión, aunque evitó
responder sobre los US$200.000 que le habría dado Machado. Su aclaración
embraveció aún más el clima interno a pesar de los intentos de la diputada
Lilia Lemoine, cercana a Milei, que salió a denunciar “una operación” por redes
sociales. En las redes rápidamente se recordó como antes, Lemoine había
vinculado a Espert con el narcotráfico, durante una entrevista televisiva.
El pedido a Espert para que diera una entrevista sólida en
la que despejara dudas surgió después de una serie de reuniones en Balcarce 50,
en las que se había discutido su situación, durante la primera parte del
miércoles. Los encuentros transcurrieron entre la reunión de la mesa de campaña
nacional y la de Gabinete. Antes de eso, Patricia Bullrich ya había advertido
en los medios sobre la necesidad de una aclaración. Similar a lo que hizo esta
mañana.
Bullrich le había pedido a Espert que dé explicaciones
públicas y tras su paso por el set de A24,consideró: “Tiene que volver a los
medios y contestar claro. Punto”. En esa misma línea se sumó Francos, de perfil
siempre más moderado que la titular de Seguridad.
El pedido de Bullrich fue en línea con lo que creen en el
corazón libertario. “Lo defiende más el Presidente que él mismo. Es insólito”,
definió una voz de la Casa Rosada sobra la aparición de Espert en diálogo con
los periodistas Pablo Rossi y Santiago Fioriti, frente a quienes se negó
sistemáticamente a responder respecto de si había recibido o no, un pago de
Machado.
Espert había recibido indicaciones de cómo responder, pero
nada de lo que hizo estuvo dentro de esas recomendaciones que buscaban ponerle
fin a la polémica y poder seguir la campaña sin mayores sobresaltos. Por el
contrario, los momentos de la entrevista en los que se negó enfáticamente a
responder si había recibido un pago se viralizaron en redes y las críticas a
Espert crecieron en la red X.
“Él dice que no le va a responder a [Juan] Grabois por fuera
de la Justicia, pero el tema es que no le tiene que responder a Grabois: le
tiene que responder a la gente”, sostuvo una fuente del corazón libertario.



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