Milei revive el libreto de la campaña de 2023 en medio de la crisis cambiaria, apuesta a Trump y busca sostener su plan económico hasta las elecciones.
El presidente Javier Milei atraviesa días de vértigo político y financiero en medio de una crisis cambiaria que golpea de lleno al Gobierno. Mientras el Banco Central se desprendía de casi 700 millones de dólares de las reservas en una sola jornada, el mandatario eligió ponerse “la campaña al hombro” y reaparecer en Córdoba con el tono encendido y combativo que lo llevó al poder.
El contraste fue evidente: en paralelo a la euforia del Milei candidato, que apeló a metáforas bíblicas y a su clásico enfrentamiento con “la casta”, los mercados respondieron con un duro “Panic Show” financiero que intensificó la presión sobre el dólar y el riesgo país.
El interrogante que sobrevuela a la Casa Rosada es si se podrá sostener el esquema de bandas cambiarias hasta octubre y cómo frenar la salida de reservas en medio de un clima de desconfianza. Tanto Milei como el ministro de Economía, Luis Caputo, insisten en que el plan es el correcto y atribuyen las turbulencias a un “ataque planificado” de la oposición.
En este escenario, el Gobierno pone fichas a la agenda internacional de Milei. El Presidente viajará a Nueva York para participar de la Asamblea General de la ONU y mantener una reunión bilateral con Donald Trump. La expectativa oficial es que un gesto desde Washington, ya sea del Tesoro de los Estados Unidos o del propio expresidente, ayude a calmar los mercados. También habrá encuentros con el FMI y con la directora del organismo, Kristalina Georgieva.
Mientras tanto, en el frente interno, Milei intenta recomponer puentes con gobernadores a los que había enfrentado con dureza meses atrás. Tras la derrota en la provincia de Buenos Aires, el mandatario convocó a los mandatarios provinciales a “trabajar codo a codo”, aunque persiste un clima de desconfianza. El Congreso sigue mostrando la fragilidad legislativa del oficialismo y el festival de mayorías opositoras.
El discurso de campaña de Milei oscila entre la autocrítica del mensaje por cadena nacional y la retórica épica de “estar en la mitad del río” en una batalla contra quienes —según plantea— quieren frenar el cambio. Su estrategia se centra en mantener la mística libertaria, blindar a Caputo pese a rumores de reemplazo y sostener la promesa de que “en octubre la Argentina se pintará de violeta”.
Con el dólar en alza, reservas en caída y un escenario político fragmentado, Milei apuesta a resistir hasta las elecciones de octubre con un libreto que combina épica de campaña, confrontación con la oposición y la esperanza de un salvavidas externo.



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