La semana pasada, cientos de vecinos de General Madariaga recibieron sus facturas de luz con incrementos que, en algunos casos, superaron el 900%. La situación generó una ola de reclamos en la sede de la Cooperativa Eléctrica y de Servicios de Madariaga (COEMA) y en redes sociales.
El presidente de la entidad, Carlos Daguerre, reconoció el malestar social y anunció medidas para atender cada caso de manera individual, atribuyendo el aumento a cambios nacionales en la segmentación de usuarios, mayor consumo estacional y ajustes en la tarifa del kilowatt.
“Muchísima gente se acercó y es una realidad que los montos que salieron son muy altos. Atendimos de forma personal y hemos decidido interrumpir los cortes por falta de pago por 15 días, para que todos los usuarios que tengan dudas vayan a la cooperativa y estudiemos caso por caso”, explicó Daguerre en diálogo con RGM Latina.
Facturas estimadas y cambio de categoría
El encargado de la COEMA reconoció que dos períodos anteriores se facturaron con el sistema de estimaciones debido a inconvenientes en la toma de estados de medidores, aunque aclaró que “no el 100% de las facturas se estimaron” y que este mes se logró tomar el 100% de los consumos reales.
El incremento, señaló, responde a varios factores combinados: el mes de mayor consumo del año, un cuadro tarifario más alto y cambios en la segmentación nacional.
“Cuanto más consumís, más caro es el kilowatt, y a mucha gente le cambió la segmentación. Nación nos manda un padrón con las categorías N1, N2 y N3 un día antes de facturar, y a muchos los pasaron para arriba sin darles explicación, aun teniendo el mismo trabajo o ingresos”, explicó.
“Si hay diferencias a favor del usuario, vamos a refacturar. Ya lo hicimos en 150 solicitudes. Si no hay modificaciones, se va a explicar por qué”, añadió.
Atención personalizada y compromiso social
Daguerre remarcó que la prioridad es atender personalmente a cada socio y brindar la respuesta que corresponda.
“Quien venga con dudas, Ángel López revisa el sistema de estimación y el número de medidor cálculo por cálculo, y el más beneficioso es el que aplicamos. El compromiso es que el usuario venga para hacer un análisis personalizado, y si hay que cambiar algún rango lo vamos a hacer”, aseguró.
Reconoció que en muchos hogares, sobre todo jubilados, jefas y jefes de hogar, el impacto es insostenible.
“En dos años, la luz subió más del 1000%. Imaginate que nos encontramos con gente que no puede pagar. A eso se suma una carga impositiva muy alta: el IVA es del 21% y para comerciantes del 27%. Debemos pagar la generación, el transporte y después la mitad de la boleta son impuestos nacionales y provinciales”, afirmó.
Autocrítica y plan de comunicación con los socios
Daguerre también hizo una autocrítica sobre la comunicación de la cooperativa con sus asociados.
“Estas situaciones sirven para darnos cuenta lo lejos que estamos del socio. Estoy repensando cómo comunicar. Aunque facturemos como corresponde, no le sirve a la gente si no entiende. Si hubiéramos avisado lo que se venía, podríamos haber evitado el salto. Vamos a generar charlas con grupos de 15 personas para que sepan leer la factura y entiendan toda la situación”, adelantó.
Incluso citó casos concretos:
“Un vecino vino con la luz cortada por las inclemencias del tiempo y una factura de 220 mil pesos. Tiene razón en enojarse, y yo tengo que hacer que esa persona sienta orgullo por la cooperativa. Si no hay cooperativa, viene una sociedad anónima, no te explican nada y te cortan la luz”.
Inversiones y proyecciones
Más allá de la coyuntura, Daguerre resaltó la necesidad de seguir invirtiendo en infraestructura para mejorar el servicio y reducir cortes.
“Hoy la COEMA tiene una potencia disponible de 12 megas, pero tenemos proyectos para duplicar eso en 4 o 5 años. Queremos sumar seccionadores para aislar zonas y evitar cortes masivos; cada uno sale 17 mil dólares y hoy tenemos 2, pero necesitamos 7. También estamos evaluando energías renovables, como la solar”, dijo.
El titular de la cooperativa subrayó que, aunque la red tiene líneas muy envejecidas, el objetivo es “ir siempre para adelante, poniendo la cara” y trabajando de la mano de los socios.
Un problema social: calefacción eléctrica
Finalmente, advirtió sobre un aspecto social que agrava el impacto tarifario: muchos usuarios no tienen gas natural y utilizan electricidad para calefaccionarse.
“Ahí hay algo social que se debe rever. Solo nosotros vemos esto; los que fijan la tarifa lo hacen desde una oficina, nos mandan el cuadro y no ven la realidad. Hay que analizar un cuadro tarifario diferenciado para quienes dependen de la electricidad para calefaccionarse”, concluyó.
Con el compromiso de suspender cortes por 15 días y atender cada caso de forma personalizada, COEMA busca dar respuestas en medio de una crisis que dejó boletas impagables sobre la mesa de cientos de familias madariaguenses. Mientras tanto, las autoridades esperan que el consumo disminuya en los próximos meses y que la facturación se “normalice” hacia fin de año.



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