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Cuál es la época del año en la que recomiendan podar el limonero para que dé más frutos


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El limonero es uno de los árboles más agradecidos en cualquier jardín. No solo ofrece sombra y un perfume inconfundible con sus flores, sino que también regala un fruto indispensable en la cocina diaria.


Pero para que produzca limones abundantes, sanos y de buen tamaño, no alcanza con regarlo o fertilizarlo: una poda bien hecha es fundamental.


¿Por qué es importante podar?


La poda no es solo una cuestión estética. Cortar ramas de manera estratégica ayuda al árbol a concentrar su energía en producir flores y frutos, en lugar de sostener follaje excesivo. Además:

  • Permite que la luz solar y el aire lleguen al interior de la copa, reduciendo plagas y enfermedades.

  • Ayuda a controlar el tamaño del árbol, algo clave en jardines pequeños o en macetas.

  • Favorece que el limonero aproveche mejor los nutrientes del suelo, manteniéndolo más saludable.

En resumen, un limonero bien podado es más productivo y más fácil de cuidar.


¿Cuándo podar?


En la Argentina, el momento ideal es a fines del invierno o principios de la primavera, justo antes del crecimiento más intenso.

  • El árbol aún está en reposo y la poda no lo debilita.

  • Se estimula la aparición de brotes jóvenes que florecerán en primavera, aumentando la cosecha de verano y otoño.

Si el árbol está muy frondoso, también se puede hacer una poda ligera en verano, aunque nunca en exceso para no frenar la producción de frutos en curso.


Paso a paso: cómo podar tu limonero

  1. Revisar el árbol: cortar primero ramas secas, dañadas o enfermas.

  2. Eliminar los chupones: brotes verticales que consumen energía sin dar frutos.

  3. Abrir la copa: quitar ramas que se cruzan o crecen hacia adentro para que entre luz.

  4. Regular la altura: recortar ramas superiores si el árbol es demasiado alto.

  5. Hacer cortes en diagonal: cerca de una yema o rama lateral, para evitar acumulación de agua.

  6. Usar herramientas limpias y afiladas: tijeras o sierras en buen estado para no dañar el árbol.

Regla de oro: nunca quitar más del 30% del follaje en una temporada. Una poda agresiva debilita al limonero.


Cuidados después de la poda

  • Realizar un riego profundo, sin encharcar.

  • Aplicar fertilizante rico en potasio y fósforo para estimular floración y frutos.

  • Vigilar la aparición de plagas en ramas tiernas.

Además, es recomendable:

  • Sellar cortes grandes con pasta cicatrizante para evitar hongos.

  • No podar en días de lluvia o con humedad alta.

  • Hacer la tarea temprano o al atardecer, nunca en pleno sol fuerte.

  • En macetas, realizar podas ligeras más frecuentes.


Un árbol agradecido


Con estos cuidados, tu limonero no solo lucirá más saludable, sino que también te recompensará con limones más grandes, jugosos y abundantes durante gran parte del año.


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