El teléfono celular de Diego Spagnuolo —allanado en el marco de la investigación por presuntas irregularidades en la compra de medicamentos en la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis)— no contiene conversaciones con Karina ni con Javier Milei, pese al vínculo cercano que mantenía con ambos. Fuentes con acceso a la causa indicaron que esos intercambios habrían sido borrados de manera selectiva la semana pasada, en coincidencia con la difusión de audios comprometedores en los que se lo involucra.
De acuerdo con el análisis preliminar, no se trató de un borrado general ni de un formateo del aparato, sino de una supresión puntual de mensajes. El resto de la actividad del teléfono se mantiene y el vaciado de chats fue realizado de forma manual. Los investigadores sostienen que esos diálogos existieron, dado que Spagnuolo fue uno de los visitantes más frecuentes tanto a la quinta presidencial de Olivos como a la Casa Rosada. Entre enero y marzo de 2024 registró al menos 39 ingresos a Olivos, según datos verificados por Chequeado y LA NACIÓN. En paralelo, durante 2024 y hasta mayo de este año, concurrió en 48 oportunidades a la sede gubernamental.
El peritaje también detectó que el exfuncionario cambió de teléfono en agosto de 2024. La actividad registrada en el dispositivo secuestrado comienza en ese mes, lo que coincide con la denuncia presentada por el abogado Alejandro Díaz Pascual. Esa presentación judicial solicitaba investigar hechos similares a los relatados en los audios obtenidos de forma clandestina y editados, tras una pesquisa del periodista Tomás Méndez. En esas grabaciones, la voz atribuida a Spagnuolo menciona a Karina Milei y a Eduardo “Lule” Menem en relación con supuestas contrataciones irregulares con la droguería Suizo Argentina S.A.
En términos probatorios, el dato temporal es clave: el teléfono en uso no contiene información previa a agosto de 2024, fecha en la que se presume que se registraron los audios. La Justicia busca ahora recuperar el contenido eliminado y determinar si existieron comunicaciones con los hermanos Milei en ese período. El operativo estuvo a cargo de la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (Datip), dependiente del Ministerio Público Fiscal, que logró abrir el dispositivo pese a que Spagnuolo se negó a entregar la clave. El desbloqueo fue posible porque el equipo se encontraba encendido.
En paralelo, el exfuncionario entregó otro teléfono, aunque este se encontraba inoperativo y, según se sospecha, dañado. Mientras tanto, otro foco de atención es el celular de Daniel María Garbellini, exfuncionario de Andis mencionado en los audios como posible gestor del esquema irregular, quien sí facilitó sus claves de acceso. Su peritaje podría aportar información relevante sobre si existió una trama coordinada dentro del organismo y su eventual conexión con terceros.
La pesquisa también incluye los teléfonos de los empresarios Jonathan y Emmanuel Kovalivker, propietarios de Suizo Argentina. El de Emmanuel, un modelo Samsung de alta gama, aún no pudo ser abierto y para su acceso se solicitó colaboración técnica a la firma israelí Cellebrite. Jonathan, en cambio, entregó un iPhone de manera voluntaria cuando se presentó en los tribunales de Comodoro Py. No obstante, abandonó su domicilio en el country Nordelta antes del arribo de la Policía de la Ciudad para el allanamiento, situación por la cual fue interrogado el jefe de seguridad del barrio privado.
La recuperación completa de la información podría demorar varios meses, aunque en el fuero judicial confían en obtener resultados antes. Los investigadores consideran que el contenido extraído de los dispositivos podría ser determinante para establecer el alcance real de las presuntas maniobras y la vinculación entre los implicados.



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