Se viene la Fiesta Swinger más grande del país: “No será una orgía masiva”

En un rincón cada vez menos oculto de la sociedad, donde el respeto, el deseo y el consentimiento se celebran con la misma intensidad que la libertad sexual, se alza una cita para quienes son parte de la comunidad swinger en la Argentina.

Se trata de Épica, el evento swinger más importante del año en el país, el cual convocará esta noche a más de 1200 personas (todas mayores de edad) en un boliche porteño.

Desde ASLA (Asociación Civil Swinger Libre Argentina), entidad que organiza el encuentro, le especificaron que Épica “no será una orgía masiva” y que se trata de una noche en la que habrá parejas, mujeres solas y hombres solos en un contexto ajeno al circuito habitual del ambiente swinger.

Quienes asistan a Moly Disco, en Palermo, encontrarán un ambiente con zonas de conversación, baile y juegos sociales pensados para facilitar la conexión. La consigna es clara: divertirse, conectar y respetar.

“Los códigos del ambiente se aprenden con el tiempo y yendo a fiestas, pero todos nacen del respeto por el deseo del otro. El ‘no’ es ‘no’, el consentimiento es imprescindible.Que una mujer sea swinger no significa que no haya que generarle deseo. Como hombres, tenemos una gran responsabilidad: agasajarlas a ellas debe ser el eje de toda interacción”, indicó Christian Venus, uno de los organizadores, a este medio.

Los valores para asistir a Épica fueron accesibles en comparación con otros eventos del ambiente. El precio general fue de $18.000 para parejas, $12.000 para mujeres solas y $25.000 para hombres solos, con descuentos especiales para quienes accedieran por invitación o códigos promocionales de los socios de ASLA. Las entradas anticipadas se agotaron semanas antes del evento.

Reglas claras y celulares prohibidos

Desde la organización hicieron hincapié en que no se permiten conductas invasivas, agresivas ni fuera de lugar. También está prohibido el uso de celulares en algunos ambientes.

Todo acto sexual explícito debe ser consensuado y, de preferencia, reservado a espacios íntimos fuera del evento. “La idea es evitar confundir libertad con descontrol. Somos swingers, sí, pero sobre todo somos personas que entendimos que el respeto por el otro es la mejor forma de amar”, sostuvo uno de los miembros de ASLA.