Este viernes por la mañana en la Asesoría Pericial de Mar del Plata tres médicos forenses judiciales realizaron un nuevo análisis al cuerpo de Sebastián González; el hombre de 38 años que falleció el martes 3 de junio en medio de una situación confusa en un domicilio de Rivadavia casi Maistegui.
Con la presencia de familiares de la víctima se informó que
el estudio es coincidente con el obtenido en primera instancia en la operación
que se realizó en la morgue de Pinamar. González sufrió un paro cardíaco y su
corazón estaba dilatado lo que arroja que tenía una insuficiencia preexistente
haya sido notada por estudios médicos o no.
El resto del cuerpo no presenta ninguna herida mortal o
marca que indique que haya sido asfixiado. Sí posee un pequeño raspón en una
ceja, una pequeña marca en un pómulo y arañazos muy pequeños en los brazos.
González falleció al convulsionar mientras era retirado del patio una vivienda por la fuerza. El hombre esa mañana no se presentó a trabajar y fue a una casa que se encuentra a la vuelta de su vivienda. Tenía
movimiento erráticos e intentó abrir una puerta. La mujer que estaba en el
interior le pidió que se fuera y alertó por mensaje a sus familiares. González
hablaba de un supuesto perro que no estaba en el lugar y tenía problemas para
hilvanar las frases.
Al llegar los hermanos de la mujer comenzaron a sacarlo de allí. Luego llegó la policía y lo redujeron. En ese momento de excitación su
corazón se detuvo y no pudieron reanimarlo.
La fiscalía espera resultados de pericias a tejidos y
muestras de sangre. La hipótesis principal es que había consumido alguna sustancia
que lo llevó a esa situación al generar adrenalina al extremo y taponar vasos y
arterias coronarias.
La causa aún sigue como averiguación de causales de muerte y
los dos informes forenses favorecen, en principio, a todos aquellos que
tuvieron contacto con González aquella mañana. No hay acusación forma y sólo
están mencionados en el proceso.




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