Caso Maradona: el productor del documental declaró ante la Justicia y comprometió a la jueza Makintach

El escándalo por la grabación de un documental en el marco del juicio por la muerte de Diego Maradona sumó un nuevo capítulo. El productor José María Arnal Ponti, presidente de la firma Ladoble SA, presentó un escrito ante los fiscales de San Isidro y aseguró que la jueza Julieta Makintach estaba al tanto del rodaje, autorizó el acceso al tribunal y que incluso se planificó la filmación en función de su participación.

El proyecto audiovisual, titulado Justicia Divina, tenía un presupuesto estimado en 800.000 dólares y se grabó parcialmente durante el juicio oral, lo que generó fuertes críticas y derivó en la renuncia de la magistrada tras la apertura de un jury en su contra.

“Desde el minuto cero en que tomé contacto con el proyecto del documental, se me aclaró que la jueza Makintach estaba en conocimiento del mismo, de su guion y que había prestado conformidad para su realización”, declaró Arnal Ponti.

Según detalló, el documental fue presentado en febrero por el creativo publicitario Juan Manuel D’Emilio, quien, junto a su socia María Lía Vidal Alemán —amiga de la infancia de la jueza—, ya tenía un guion elaborado. “Vidal Alemán, conforme también me lo hizo saber desde un principio el señor D’Emilio, era amiga desde la infancia de la jueza Makintach, relación a partir de la cual se habría gestado la idea original”, indicó el productor.

Este dato contradice la versión oficial que dio Makintach al estallar el escándalo, cuando negó saber de la existencia de un documental y sostuvo que solo había autorizado el ingreso de D’Emilio y Vidal Alemán a la sala porque uno de ellos era “escritor maradoniano”.

Arnal Ponti explicó que conoció personalmente a la jueza el 9 de marzo durante una grabación en el edificio de Tribunales de San Isidro, hecha —según sus palabras— con conocimiento del personal policial presente y sin ninguna intención de ocultamiento. “El ingreso un día domingo, la grabación en distintos puntos del edificio y la presencia visible de la jueza ratificaban que no se trataba de una actividad clandestina”, sostuvo.

El 11 de marzo, en el inicio del juicio, el equipo de la productora volvió a los tribunales para registrar imágenes específicas de la magistrada. “Se trató de una tarea acordada con ella y autorizada por ella, por intermedio de Vidal Alemán y/o D’Emilio. Con esas tomas de la jueza en el juicio ya obteníamos el material suficiente para los primeros armados audiovisuales”, detalló.

Además, afirmó que fue la propia custodia de Makintach quien los hizo ingresar al edificio ese día. “Una mujer policía nos acompañó desde la vereda hasta el interior del tribunal. Era la custodia de la jueza”, narró.

El material grabado hasta ahora corresponde a un teaser y un WIP (“work in progress”), cuya finalidad —indicó— era conseguir inversores para completar la producción. El productor subrayó que todos los gastos fueron cubiertos por la empresa y aclaró que, en caso de vender el documental, las ganancias se repartirían entre la productora, D’Emilio y Vidal Alemán, sin participación económica alguna de la jueza.

El 22 de mayo, por orden judicial, se allanaron las oficinas de Ladoble SA, ubicadas en el barrio porteño de Saavedra. Allí se secuestraron el guion, el teaser y el WIP del documental.

La presentación del productor complica aún más la situación de la jueza Makintach, que enfrenta una posible sanción disciplinaria por su presunto involucramiento en el proyecto sin autorización institucional y en un contexto tan sensible como lo es el juicio por la muerte de una de las figuras más importantes del país.