Desde primeras horas de la mañana las policías viales de Pinamar y Madariaga realizan un mega-procedimiento que alcanza a las localidades de Villa Gesell, Pinamar y Madariaga para secuestrar motocicletas que están vinculadas con diversas faltas de tránsito o hechos delictivos.
En total son unos 30 allanamientos en sitios ya determinados
en donde se han incautado rodados con numeraciones suprimidas y pedidos de
secuestros por robos o hurtos. También un auto de alta gama.
Para llegar a esta instancia, según relataron a CNM las
autoridades, se contó con las colaboraciones de las secretarías de seguridad de
cada una de estas localidades que aportaron videos con grabaciones en donde se
demuestran faltas de tránsito como las pruebas de velocidad (picadas) y
maniobras peligrosas.
El operativo fue encabezado por el subcomisario Joaquín
Planells, con la colaboración del subinspector Roberto Flores como segundo
jefe, y supervisado por el comisario mayor Javier Fiscella, jefe de la Zona
Vial La Costa.
Las motos y sus ruidos molestos, como las explosiones, son un
problema de larga data y difícil de controlar. Para las fuerzas policiales se
vuelve un problema dado que precisan presentaciones de las comunas con pedidos
de contravenciones contra los conductores de estos rodados. Por eso, se debió
recurrir al trabajo que han realizados los municipios en la recolección de
datos al respecto.
La actividad se llama «Stunt» y si bien el origen es
extranjero, en Argentina se considera un deporte informal que reúne a
habilidosos sobre una moto para realizar maniobras extremas sobre una de las
ruedas.
El Stunt es considerado por muchos un deporte extremo. Con
origen en los Estados Unidos su nombre originario es Stunt Riding y nació en la
década de los 70, cuando varios pilotos comenzaron a llevar a otros límites las
pesadas motos que había en ese entonces para realizar increíbles maniobras y
quema de neumáticos.
En Argentina como otros países de Latinoamérica, la
disciplina fue adoptada por la cultura urbana y se acompaña de un código que va
más allá de las motos. Fraternidad, lealtad y la disponibilidad para asistir a
un compañero son algunos de los valores que los Stunders practican a diario.
Esa cultura implica que en momentos como la pérdida de uno
de los miembros, su agrupación se reúna para despedirlo y hacer un show de quema
de neumáticos acelerando a fondo como homenaje.




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