Una masa de aire frío de origen polar avanzará sobre gran
parte de la Argentina a partir del lunes 26 de mayo, con impacto directo en el
área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) desde el martes 27. Se espera que
esta irrupción genere el descenso térmico más marcado del año hasta ahora, con
jornadas de bajas temperaturas, viento fuerte y lluvias intensas en distintas
provincias, especialmente en la franja este, según anticiparon desde el portal
especializado en meteorología, Meteored.
Pero el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) advierte que
aún hay incertidumbre sobre la magnitud del fenómeno. “Todavía hay bastante
incertidumbre sobre qué tan potente va a ser este ingreso de aire frío”, dijo
Cindy Fernández, meteoróloga del SMN, a este medio. “Puede llegar a ser un
ingreso de aire frío normal o una situación un poco más fresca, nada
excepcional o extremo del todo por ahora. Pero sí, una situación bien de
invierno, con descensos térmicos. Lo que sí se puede esperar es que la semana
que viene va a ser una semana fría, como esta o incluso un poquito más”.
La meteoróloga también aclaró que aún no se puede delimitar
con precisión qué zonas del país serán las más afectadas, aunque se prevé un
impacto amplio: “Esto no solamente va a ser en el AMBA, sino que va a afectar a
varias provincias”, indicó.
En ese contexto, Christian Garavaglia, de Meteored, detalló que
la irrupción comenzará con condiciones de transición el lunes 26, con máximas
que podrían alcanzar los 18°C y altos niveles de humedad. El cambio más brusco
llegaría el martes, cuando se espera una jornada con lluvias en las primeras
horas, vientos intensos del sur —con ráfagas que podrían superar los 50 km/h— y
un marcado descenso térmico a medida que avance el día. Según sus proyecciones,
se alcanzarán las temperaturas más bajas del año hasta ahora en la Capital y el
conurbano.
El modelo ECMWF —utilizado como referencia por Meteored—
anticipa un tramo de la semana que combinará viento, nubosidad e inestabilidad
constante. “Miércoles, jueves e incluso viernes serían jornadas muy frías,
ventosas, nubladas e inestables, en donde continuamente se iría reforzando el
ingreso de aire frío”, advierten. Las temperaturas mínimas rondarían los 5°C o
incluso menos en la ciudad de Buenos Aires, y las máximas se ubicarían entre
los 11°C y los 13°C, con sensaciones térmicas aún más bajas por efecto del
viento.
La previsión de Meteored indica que este ingreso de aire
frío afectará distintas capas de la troposfera sobre la Argentina. El frente
polar llegará primero al sur de la Patagonia el lunes, y hacia la noche de ese
mismo día alcanzará el centro del país. A lo largo del martes 27 se espera su
desplazamiento hacia el norte, acompañado de lluvias generalizadas en Cuyo, las
provincias centrales y el Litoral, y ráfagas del sur que podrían alcanzar los
80 km/h, según el modelo de pronóstico. Algunas tormentas fuertes podrían
desarrollarse en el Litoral, lo que ya motivó alertas del SMN para el sábado
anterior sobre esa región.
Las temperaturas previstas para el AMBA reflejan este cambio
drástico. El lunes 26, el pronóstico es de 19°C de máxima y 15°C de mínima, con
lluvias débiles y vientos leves. Pero el martes 27, con el ingreso del frente
frío, se anticipa una tormenta con una acumulación de hasta 20 mm, vientos que
podrían alcanzar los 64 km/h y una mínima que bajará a 8°C. El miércoles 28 persistiría
la inestabilidad, con lluvias, viento y una máxima que no superaría los 9°C, y
una mínima de apenas 4°C. El jueves 29 y viernes 30, si bien mejorarían las
condiciones, se mantendrían las bajas temperaturas, con mínimas en torno a los
4°C y máximas no mayores a 15°C.
“La semana próxima habría fuertes vientos del sur durante
varios días en varias provincias, incrementando la sensación de frío”, precisó
Garavaglia. El desplazamiento del frente será rápido, pero su influencia podría
mantenerse durante casi toda la semana. Esto incluye el regreso de días
nublados y ventosos, una combinación que amplifica la percepción del frío más
allá de las cifras concretas del termómetro. El tramo final de mayo cerraría
con tardes inusualmente frías para esta altura del año y una amplitud térmica
diaria reducida.
De cara al fin de semana y el inicio de junio, las
proyecciones sugieren una estabilización progresiva de las condiciones. El
sábado 31 y domingo 1° de junio las temperaturas en Buenos Aires irían en
aumento leve pero sostenido, con mínimas de 7°C y 9°C y máximas de hasta 15°C.
Ya para el martes 3 de junio, el pronóstico marca una temperatura máxima de
18°C y mínima de 13°C, con cielo parcialmente nuboso y vientos moderados.
En el interior del país, la situación será similar. Las
provincias del norte y el centro experimentarán un fuerte cambio térmico entre
lunes y martes, con lluvias, tormentas y vientos que aumentarán la sensación
térmica baja. En zonas de Cuyo y el noroeste argentino, donde el invierno suele
presentar oscilaciones más marcadas, se espera una seguidilla de jornadas
frías, algunas con máximas por debajo de los 15°C y posibles heladas en
sectores rurales.
El SMN, por su parte, mantiene en vigilancia la evolución
del fenómeno y podría emitir nuevas alertas en función del comportamiento del
sistema durante el fin de semana y el lunes. En tanto, desde Meteored
concluyen: “Se instalará una fuerte circulación de viento sur con intensidades
altas en las provincias centrales y el norte argentino, con ráfagas de 50 a 80
km/h que seguramente tendrán carácter de alerta llegado el momento”.
¿Por qué se habla de una “bomba polar”?
Aunque tanto el Servicio Meteorológico Nacional como
Meteored aclararon a este medio que el término no forma parte de la
terminología oficial, el concepto de “bomba polar” es habitual en la jerga
popular para describir irrupciones de aire muy frío que ocurren de forma
abrupta y generalizada. Técnicamente, no existe una definición científica con
ese nombre en los manuales de meteorología, pero su uso se popularizó por el
impacto que genera este tipo de fenómenos.
La expresión refiere a una entrada súbita de aire polar que
provoca descensos bruscos de temperatura, ráfagas intensas de viento, lluvias o
nevadas, y una persistencia de varios días. En ese sentido, aunque no sea un
término validado por las instituciones meteorológicas, el fenómeno que se
espera para la semana próxima coincide con esas características: temperaturas
mínimas muy bajas, máximas que no superarán los 13°C en el AMBA, viento fuerte
del sur, lluvias intensas y una sensación térmica especialmente cruda en casi
todo el país.




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