Mató a su socio atándolo a un toro, quiso simular un
accidente pero lo descubrieron y terminó preso. El crimen de Osvaldo Miranda
(55) ocurrió en un campo del sur de Córdoba, adonde encontraron a la víctima
sin vida en el medio de un corral.
Javier Gallo fue condenado a prisión perpetua por homicidio
calificado pero permanecía en libertad hasta que la sentencia estuviera firme,
algo que sucedió esta semana mediante una resolución del Tribunal Superior de
Justicia (TSJ).
Con el fallo del máximo tribunal se ordenó la detención de
Gallo, responsable por el tremendo episodio registrado el 6 de noviembre de
2012 en un establecimiento de la localidad de Ranqueles, departamento General
Roca.
Si bien en un comienzo el caso se investigó como un posible
accidente, en 2014 la investigación dio un giro y empezó a seguir la hipótesis
del homicidio. Así llegó la imputación contra el socio. Todo apuntó a una
diferencia entre ambos por el faltante de animales que tenían en común.
Los peritos determinaron que Miranda murió luego de recibir
un golpe y de ser enlazado a un toro. El juicio en la Cámara Primera del Crimen
concluyó el 31 de marzo de 2021 con la condena a Gallo en primera instancia.
El fiscal de Cámara, Julio Rivero, había solicitado la pena
a 18 años de cárcel, quitando el agravante de la alevosía. Mientras que el
abogado querellante, Osvaldo Narcisi, pidió la perpetua, tal como resolvió el
tribunal con la participación de un jurado popular.




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