Un preocupante episodio de inseguridad tuvo lugar el lunes en
horas de la noche en una obra ubicada dentro del predio conocido como La Mansa,
a la altura del kilómetro 395 de la Ruta 11. Allí, un grupo de al menos tres
hombres ingresó por la fuerza a un galpón de construcción, amenazó a un
trabajador y se llevó una importante cantidad de herramientas, equipos de
trabajo y una mochila con $800.000 en efectivo.
El hecho fue denunciado por el jefe de obra del lugar, quien
al llegar a las 20:30 se encontró con el portón principal del galpón violentado
y el candado roto, aparentemente barreteado. Al ingresar al predio, se encontró
con un empleado quien estaba dentro del galpón y visiblemente alterado por lo
sucedido minutos antes.
El testimonio del trabajador
Según relató la víctima, alrededor de las 20:00 escuchó que
se abría el portón principal. Pensando que se trataba de su jefe, salió a su
encuentro, pero fue sorprendido por tres individuos jóvenes, de entre 18 y 22
años, delgados, de cabello corto y armados con cañas de tacuara y una cuchilla
de grandes dimensiones. La descripción que aportó incluye detalles de su
vestimenta: uno llevaba pantalón cargo beige, campera negra con rojo y visera
clara; otro tenía ropa deportiva negra y azul; y el tercero vestía todo de
negro y usaba un gorro tipo piluso.
Los asaltantes ingresaron sin titubear, lo empujaron y le
robaron su teléfono celular para luego intimidarlo con amenazas: “quedate en el
molde porque te vamos a achurar”, le dijeron mientras el joven con la cuchilla
se mantenía a escasos metros de él. Según el hombre, ninguno de los intrusos lo
golpeó físicamente, pero las amenazas y la presencia de armas blancas lo
paralizaron de miedo.
El botín
Luego de reducir al trabajador, los delincuentes comenzaron
a sustraer los elementos que encontraron en el galpón: dos soldadoras marca
Salkor, una amoladora DeWalt, tres máquinas de impacto Makita, una sierra
circular Skil, una amoladora Bosch, un alargue negro de 40 metros, otro alargue
subterráneo violeta de 30 metros, y una mochila Quiksilver que contenía, entre
otros elementos, un sobre con $800.000 en billetes de $10.000, propiedad del
jefe de obra. También se llevaron el celular del empleado.
Tras completar el robo, los delincuentes escaparon cruzando
la Ruta 11 y se internaron en una villa ubicada en la zona de Ostende.
Demora en la denuncia y antecedentes
Según el denunciante la demora de más de 24 horas en redicar
la denuncia se debió a que hace dos años habían sido víctimas de otro robo en
el mismo predio –aunque en otro sector– y la intervención policial le hizo
perder un día completo de trabajo. Esta experiencia negativa lo desanimó a
realizar la denuncia en el momento.
En cuanto a las condiciones del predio, se supo que el
galpón no contaba con cámaras de seguridad, alarma ni personal de vigilancia al
momento del hecho. Solo la parte trasera del lugar está cercada con tejido de
alambre, mientras que el frente, que da hacia la ruta, permanece abierto. El
portón principal es de chapa de doble hoja y fue por allí donde ingresaron los
asaltantes. También existe otro acceso que da hacia la rotonda de Pinamar.
El lugar tampoco cuenta con cartelería visible de obra, ni
con seguro que cubra este tipo de situaciones. El jefe de obra confirmó que
tras el hecho se cambió el candado del portón violentado.




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