En octubre del año pasado se conoció una denuncia contra una mujer sanjuanina que había sido acusada de “entregar” a su sobrina, de 17 años, a un comerciante del barrio para que abusara sexualmente de ella a cambio de cervezas.
La situación de la imputada se agravó en las últimas horas,
al comprobarse que también sometió al mismo calvario al hermano de 12 años de
la adolescente y no descartan que haya más víctimas.
Mientras avanza la investigación, la Justicia agravó la
imputación contra la tía de los menores y un kiosquero de apellido Pizarro.
Ambos se encuentran detenidos con prisión preventiva en el penal de Chimbas, en
la provincia de San Juan.
Según reconstruyó el diario Tiempo de San Juan, la imputada
había quedado a cargo de los cuatro hermanos después de que la madre biológica
de los chicos los abandonara. Sin embargo, en lugar de cuidarlos, aprovechó la
ocasión para usarlos como moneda de cambio para conseguir mercadería.
El horror salió a la luz el 3 de octubre pasado cuando la
adolescente más grande se animó a contar lo que ocurría y denunció a su tía por
explotarla sexualmente y al comerciante, quien aseguró que la había violado el
menos unas 20 veces. Los acusados se encuentran detenidos desde entonces.
En el caso de la mujer, la fiscal Valentina Bucciarelli y la
ayudante fiscal Luciana Fasoli, de la UFI ANIVI, la imputaron en principio por
el delito de facilitación a la prostitución agravada por la edad de la víctima,
por la convivencia y por ser la encargada de la guarda. En tanto, al kiosquero
le atribuyeron promoción a la prostitución.
Sin embargo, la situación de ambos se agravó con el avance
de la causa, debido a que surgieron pruebas de que no sólo la adolescente había
sido víctima del escalofriante modus operandi sino que lo mismo le había
ocurrido también su hermano, de 12 años. Todo, a cambio de unas cervezas.
Las víctimas declararon en Cámara Gesell que durante los
últimos dos años su tía les ordenaba que fueran al negocio del acusado y ahí el
hombre los violaba. Después, los informes médicos determinaron que ambos
presentaban signos de haber sufrido abusos sexuales, avalando su relato.
Frente a este escenario, la fiscalía modificó la
calificación legal y pidió una prórroga de la prisión preventiva para los
acusados, que seguirán presos en el penal de Chimbas por el plazo de dos meses.
A la mujer ahora le imputaron el delito de facilitación de
corrupción de menores, agravado por la edad de la víctima, por la guarda y la
convivencia. Al comerciante le atribuyen los presuntos delitos de promoción de
corrupción de menores y abuso sexual con acceso carnal, agravado por la
situación de poder.
En relación a las víctimas, se supo que los cuatro hermanos
quedaron bajo el cuidado de otro familiar. Los investigadores buscan determinar
si los dos más chicos también también sufrieron abusos.
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