“Cuando el software que detecta e identifica contenido de pedofilia alertó sobre el caso evaluó también que se trataba de imágenes que no estaban en ninguna base de datos”. Esa frase la hizo saber uno de los integrantes de Aerial Recovery, la ONG estadounidense que estuvo representada en el allanamiento de este martes por Tim Bullard. Y esa apreciación dejaba abierta la posibilidad de que el joven de 23 años detenido produjera él mismo los videos. Lo encontrado en la vivienda refuerza esa escalofriante hipótesis.
Caretas, prendas de vestir, pelucas, chaleco salvavidas de
tamaño infantil, juguetes para niños y de los otros, de uso sexual para
adultos. Todo eso junto a reflectores, un cartel luminoso que al encenderse
decía “Aplausos” o “Risas” forman parte de lo secuestrado en las dependencias
traseras de la casa requisada por la División Unidad Operativa Federal Mar del
Plata, de la Policía Federal.
El fiscal Walter Mércuri había adelantado a los medios que
la ONG Missing Children había presentado una denuncia luego de que desde un IP
de Villa Gesell -número identificatorio de usuario de internet- se distribuyera
pornografía infantil. En la investigación se pudo saber que ese IP se vinculaba
a un dispositivo telefónico de un médico de Gesell, aunque el uso de ese aparato
era exclusividad de su hijo, un cosmetólogo de 23 años.
Entonces se comprobó que usaba el internet no solo para
adquirir material, sino también para entregar pornografía infantil, utilizando
una VPN, lo que le permitía y le otorgaba cierta protección en el la red, ya
que a través de ella trasmitía diferentes paquetes de videos, los cuales eran
divididos por programas para que de alguna manera sea encriptada o dividiva la
información.
La casa de la calle Ituzaingó casi Italia se ubica frente a
un Jardín de Infantes y a solo 150 metros de la Escuela N°29, circunstancia que
agrava mucho más las actividades ilícitas. El gran dilema ahora pasa a ser si
dentro de esa casa que no estaba habitada en la dependencia que da a la calle,
pero sí en el generoso quincho y patio trasero (incluye hasta una pileta y
otras instalaciones) podían ingresar menores para ser sometidos a prácticas
sexuales grabadas en video.
La División Comunicaciones de la Policía Federal se encarga
por estas horas de desbloquear las tres computadoras y el teléfono del
imputado. Al revisarse el contenido de los ordenadores -también de dispositivos
de almacenamiento externo- se podrá conocer más en detalle cómo actuaba. Por lo
pronto se adelantó que habría más de 50.000 archivos de “interés investigativo”.
Por otra parte, en la requisa también se hallaron trozos de
cannabis sativa por lo que se abrieron cargos por tenencia de estupefacientes.
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