Hoy se conmemora un triste quinto aniversario del brutal crimen de Fernando Báez Sosa, un hecho que conmovió a toda la sociedad argentina, no solo por la brutalidad del asesinato a manos de un grupo de rugbiers, sino también por la alarmante violencia que permea la vida nocturna en el país.
El 18 de enero de 2020, Fernando disfrutaba de sus últimas
horas de vacaciones junto a sus amigos y su novia en Villa Gesell. Sin embargo,
esa alegría se tornó en tragedia cuando, antes de las cinco de la mañana, fue
asesinado a golpes por un grupo de jóvenes de la localidad bonaerense de
Zárate.
En enero de 2023, a tres años de aquel hecho, comenzó el
juicio oral en el TOC 1 de Dolores en el que, gracias a las declaraciones,
pericias y videos obtenidos, se pudo comprobar qué rol cumplió cada uno de los
ocho jóvenes en el crimen.
Máximo Thomsen
Es el joven más complicado de los ocho. En el transcurso del
juicio se constató que la huella en la cara de Fernando pertenece a la
zapatilla que usó aquella madrugada.
Además, policías que estuvieron en el allanamiento
confirmaron que fue Thomsen quién culpó a Pablo Ventura de haber participado en
el crimen, algo que se comprobó que fue falso ya que el estudiante estaba con
su familia en Zárate.
Sumado a estos anuncios, peritos lo ubicaron en la escena
del asesinato en diversas oportunidades y también se encontró ADN de la víctima
en su ropa.
A pesar de que en su declaración expresó que “nunca tuvo la
intención de matar” el Tribunal lo condenó a prisión perpetua por ser autor del
delito de homicidio doblemente agravado de Fernando.
Ciro Pertossi
Al igual que Thomsen, el rugbier es considerado otro de los
más implicados. Se debe a que en todos los videos archivados en la causa se lo
ve pegándole a Fernando.
A su vez, las prendas incautadas tienen ADN de la víctima y
peritos confirmaron su presencia en el lugar de los hechos.
Los chats de WhatsApp de los acusados fueron importantes ya
que muestran las conversaciones donde la mayoría de ellos confirmó el ataque y
el posterior crimen, lo que generó una ola de revuelo en sus cercanos que en
todo momento le preguntaron si eran los responsables: “Estamos bien todos. No
pasó nada, no te preocupes”.
Se corroboró que durante la madrugada el joven buscó siete
veces en Google “villa gesell pelea” para saber si habían dado a conocer el
asesinato.
Este joven también fue condenado a la pena máxima por ser
autor del mismo delito.
Luciano Pertossi
Fue el primero de los acusados en romper el pacto de
silencio después de tres años. Aunque en una declaración escueta al manifestar
que “no estuvo ahí” en uno de los videos, se pudo confirmar que sí le pegó a
Fernando.
A pesar de que la imagen no es la mejor, por las
características anunciadas por peritos, señalaron que el joven le pegó a la
víctima cuando estaba en el piso, momento en el que estaba indefenso.
Asimismo, amigos de Fernando indicaron que Pertossi estuvo
involucrado en el ataque a otros jóvenes.
Para los jueces su presencia en el hecho fue “necesaria”
para que se cometa el homicidio y de esta manera también recibió prisión
perpetua.
Enzo Comelli
En la mayoría de las declaraciones de testigos y amigos de
Fernando lo ubicaron en la escena de crimen atacándolo y golpeándolo.
Además, como en los anteriores casos, peritos confirmaron su
presencia en el ataque y asesinato.
Esto permitió que desde un comienzo la querella anuncie el
rol predominante que tuvo Comelli junto a otros de los acusados.
De este modo, forma parte del grupo que fue condenado a la
pena máxima por ser autores del asesinato.
Matías Benicelli
Identificación fácil y ropa incautada. Ambas pericias dieron
positivo. Benicelli estuvo en el ataque y fue partícipe del crimen de Fernando.
En la indumentaria secuestrada por la Policía se halló
sangre de la víctima y en los videos obtenidos se lo pudo ver golpeándolo
cuando el joven trataba de defenderse.
Durante el juicio se resaltó que durante el ataque fue de
forma particular a agredir a los amigos de Fernando y por este motivo es el
último de los cinco rugbiers condenados a prisión perpetua.
Blas Cinalli
Desde un comienzo se supo que un dedo meñique de Fernando
tenía ADN del joven, pero durante el transcurso de las 13 audiencias se pudo
constatar que no tuvo un rol fundamental.
“Yo en ningún momento le pegue a Fernando Báez Sosa”,
sostuvo en su declaración.
Por lo analizado en las audiencias, el Tribunal lo sentenció
a 15 años de prisión por ser partícipe secundario del asesinato.
Ayrton Viollaz
Para este joven la situación fue un poco más alentadora en
sentido de su implicancia en la causa.
Las pericias confirmaron que el rugbier estuvo en el ataque,
pero golpeó a los amigos de Fernando y arengó a que continúe la agresión contra
la víctima.
Con lo obtenido, los jueces también lo condenaron a 15 años
de prisión.
Lucas Pertossi
Las pruebas muestran que el joven les pegó a amigos de
Fernando y que trató de impedir que defendieran a la víctima cuando estaba
tirada en el piso.
Lucas es la persona que grabó con su celular la patada final
que le dio Thomsen y que da por sentenciado el peor desenlace, la muerte de
Fernando.
Luego es el que se muestra en un video de cámara de
seguridad mandando un audio de WhatsApp al grupo de rugbiers confirmando que
Fernando había “caducado”.
Horas después fue visto junto a Máximo en el McDonald’s del
centro de Villa Gesell como si no hubiese pasado nada.
“Estoy muy mal por lo que pasó y sigo mal, estuve con
tratamiento psiquiátrico y psicológico, a todos nos afectó mucho, siento mucha
pena por lo que pasó. En ningún momento le pegué a Fernando Báez Sosa, no lo
toque, en ningún momento participé de un plan de asesinato, sólo fui de
vacaciones. Nunca tuve intención de quitarle la vida a nadie”, concluyó el
joven en su testimonio.
Él es el último de los rugbiers que fue condenado a 15 años
de cárcel por impedir la ayuda a Fernando y agredir a los amigos de la víctima.
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