Algún ruido al doblar, algo flojo tras tropezar con algunos de los cientos de baches de la ciudad o una revisación previa a la Verificación Técnica Vehicular. Sin importar el motivo que la originó, la visita al mecánico le permitió a un hombre descubrir que tenía pegados en el chasis del auto cuatro rastreadores GPS.
Lejos del mundo de los espías o de una prueba piloto para el desarrollo de aplicaciones y con la firme sospecha de que fueron colocados por una ex pareja con la que mantuvo una breve relación con un cierre conflictivo al terminarla, denunció el hecho y obtuvo una restricción de acercamiento por parte de la Justicia.
Según la reconstrucción de la historia, el denunciante es un hombre de aproximadamente 35 años que hizo una presentación junto a su abogado en Tribunales. La misma, por una cuestión de fechas, quedó radicada en la Unidad Funcional de Instrucción N°1.
Los cuatro rastreadores fueron colocados en distintos momentos y de acuerdo a la hipótesis del abogado del denunciante, cada uno reemplazaba al anterior -que no era retirado- cuando se quedaba sin batería. Con esos objetos y otros elementos, se inició una causa por averiguación de ilícito.
En el marco de la investigación, se le pidió al Juzgado de Garantías N°5 una orden para allanar el domicilio de la mujer y secuestrar dispositivos electrónicos que puedan tener aplicaciones de rastreo tale como computadoras de escritorio y portátiles, celulares y tablets, chips y elementos de seguimiento personal tales como rastreadores de GPS.
“La dificultad central de investigación era tipificar el delito, pero era evidente la existencia de un conflicto concreto y preexistente cuyo encuadramiento jurídico y penal debe establecerse sin perder de vista la situación del detenido y evitar la reiteración de esos hechos”, confió un operador judicial a este medio.
El Juez de Garantías Gabriel Bombini no hizo lugar al pedido de allanamiento y secuestro formulado por el Ministerio Público Fiscal, pero le prohibió a la mujer el acercamiento y contacto absoluto por cualquier medio y/o vía, sea telefónica, redes sociales, etc. y/o por interpósita persona en relación al denunciante y su núcleo familiar.
El Juzgado dispuso que, por espacio de cuatro meses, la mujer no podrá estar a menos de trescientos metros del domicilio, lugar de trabajo o esparcimiento del denunciante.
GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo
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