Este miércoles el gobierno publicó en el Boletín Oficial una reforma de la política aerocomercial que elimina los topes mínimos y máximos en el valor de las tarifas aéreas pero además permite que nuevas empresas o actores entren en juego para explotar rutas que no son utilizadas por ninguna firma en la actualidad.
Hasta ahora había que asegurar frecuencias semanales con
aeronaves registradas y con matricula Argentina. Desde ahora se quitan estas
exigencias y, por ejemplo, una avión de la firma Latam con matrícula chilena
podrá crear un puente aéreo o unir dos ciudades de nuestro país sin tener que
tramitar una licencia local.
Pero esto también permite que se exploren nuevos destinos. Es
que la noma quita mucho parámetros que considera burocráticos y permite a
avionetas y aviones más chicos poder obtener licencias para hacer vuelos chárter
entre ciudades que tienen aeropuertos locales.
Así aparecen Villa Gesell, con capacidad turística, Tandil,
Junín y Olavarría, con capacidad empresarial. Hasta hoy Aerolíneas tenía casi
un monopolio de rutas y las demás empresas podían volar en recorridos que
cubría la empresa estatal y que, probablemente, había abandonado por falta de
rentabilidad.
Pero la secretaría de transporte deberá relevar todos y cada
uno de los aeropuertos del país para habilitarlos. Tendrán que contar con
normas de seguridad necesarias y se analiza cómo se harán los controles
aeroportuarios para evitar delitos.




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