El servicio más utilizado de la empresa Costa Azul entre
Madariaga y Pinamar pasó a $2.800 el tramo y la compañía quitó el histórico
beneficio de un descuento mínimo si se adquiría el ida y vuelta. Este último
punto es un grave error que deberá subsanar porque indefectiblemente tendrá
menos pasajeros y menos servicios en el corto plazo.
Algunos trabajadores optaron por renunciar. Sobre todo aquellos
que tienen un empleo de temporada dado que la misma no es buena y los salario
arreglados en enero quedaron desfasados por la inflación.
Pero los que deben ir todos los días y ya tienen trabajo con
antigüedad forzosamente desempolvaron una alternativa que había aparecido como “vedette”
en la pandemia: los viajes compartidos o el pool escolar. Para que se den una
idea es como “hacer dedo” pero usando las redes sociales.
Esta alternativa abarata, y mucho, el trayecto. Su irrupción
se originó en Europa después de 2012 cuando se fundó Bla Bla Car que es una
aplicación en donde quien tiene un auto y va a viajar entre dos ciudades lo
publica y el que quiere subirse a ese auto para acompañar y compartir gastos
pauta el punto de encuentro.
Ahora en Facebook todos van a Viajo a Pinamar – Viajo a
Madariaga. Allí están los que piden y
los que ofrecen. En días ya alcanzó un total de 19.000 miembros lo que
representa mucho más que la cantidad de pasajeros que mueve Costa Azul por lo
que golpe económico para esa compañía en el servicio de la línea
inexorablemente será muy fuerte.
El valor del trayecto oscila entre los $1200 y los $1500
pesos. Los detalles importantes a tener en cuenta de parte de usuarios:
- · Abordar autos de vecinos de Madariaga o Pinamar
- · Pagar una vez que estén arriba o hayan llegado a destino
- · Comunicarse con números de contacto que tengan característica de Madariaga o Pinamar
Los que se ofrecen buscan amortizar el costo del viaje con 2
o 3 pasajeros por día. Remarcan que no son remises ni taxis y, en algunos
casos, buscan formar nuevas comunidades o grupos de WhatsApp para generar una “clientela”.
En otros tiempos la compañía salió a frenar a remiseros que hacían esta tarea. Hasta inclusive hubo una compañía ilegal con minibuses que salió a competirle durante un verano sin os permisos correspondientes y terminó con llamativo incendio de unidades. Ahora, en este nuevo tiempo el inevitable retoque tarifario lleva de manera masiva a buscar otras alternativas lo que hará que la tarea de “control de daños” o freno de una presunta “competencia desleal” para la empresa sea difícil de ejecutar.




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