Marcos Gallo fue víctima de un robo millonario en su casa el
viernes por la noche. Le sacaron todos los artefactos electrónicos, notebooks y
equipos de sonido que utiliza para desarrollar su tarea de cantante.
A casi 6 días del hecho tanto él, como la justicia y las
fuerzas de seguridad saben quiénes fueron y sospechan dónde estaría todo. Pero
está con los brazos atados por un error de procedimiento que se cometió en los
primeros días de la investigación.
Personal de investigaciones determinó que se usó un auto: un
Ford Ka que entró desde Pinamar. 11 cámaras lo grabaron hasta la casa de Marcos
en Lavalle entre Rivadavia y Moreno. Otras 16 lo captan al irse con toda la
carga por distintas zonas de la ciudad.
Al cotejar todo logran obtener números y letras de la
patente. Aún con inseguridad se armó todo tipo de combinación para que un
informe policial diga cuál era la correcta que se condecía con el Ford Ka rojo.
Con ese dato se pidió el allanamiento en un domicilio de Las Medusas de
Pinamar.
El Juez Gastón Giles avaló el pedido. Pero la orden se emitió para que lo ejecutara personal de la comisaría en vez de agentes de la SubDDI (más preparados y que hicieron el grueso investigativo). El resultado solo fue que el auto estaba en el lugar y que sería el mismo que se usó en el robo. Horas más tarde el conductor se presentó y dio detalles en la comisaría a la policía y fue tomado como testigo, cuando en realidad debería haber sido notificado el fiscal acerca de la presencia del hombre e imputado por su participación en el hecho. Dio los nombres de los dos malvivientes y direcciones que se volcaron en la causa pero que el juez tuvo que declarar nulas porque no habló en sede judicial.
Ya el lunes la causa pasó a Walter Mercuri y se intentó aportar nuevos datos y testigos que permitan
llevarle al Juez Giles nuevos detalles y pedidos de allanamiento. Pero el
magistrado denegó todo porque no consideró solvente lo enviado y se había agregado la declaración del conductor del auto.
Llegó un punto en donde a Gallo se le planteó que fuera a
recuperar lo robado por su cuente. “A lo Cowboy”, dijo en una entrevista
brindada a FM Actitud. Por la situación de haber perdido 5.000.000 de pesos en
equipos decidió ir a buscar a Giles a Dolores para pedir explicaciones.
Allí le relataron los errores de procedimiento y le dijeron
que deben cumplir con protocolos ya escritos dado que no pueden avanzar con las
intenciones o datos informales que más adelante invalidarían todo.
Ahora el municipio colocará un abogado en favor de la
víctima e intentarán aportar datos por declaración e intentarán que el remisero
declare cuanto antes como imputado aunque las posibilidades de recuperar las
cosas se ha vuelto algo imposible.
Con datos aportados de la víctima a FM Actitud
GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo
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