El viernes personal Drogas Ilícitas (ex DDA) ingresó a un domicilio de nuestra ciudad para cumplir con una orden judicial en una causa por venta de estupefacientes. El procedimiento dio negativo y sólo se pidieron llevar un teléfono celular para realizar pericias.
Ahora todas las fuerzas policiales, los estamentos judiciales y el propio estado se miran con resquemor entre ellos. Es que el propio imputado sabía que era investigado y también observado. Las sospechas aumentaron exponencialmente porque una semana antes el individuo presentó un Hábeas Corpus ante el Juez Gastón Giles para consultarle si había alguna causa en su contra y el porqué de dos vehículos que se alternaban y le hacían tareas investigativas sobre su casa y lugares que frecuentaba.
El está clase de recursos no es normal y tampoco es económico. Es que el investigado ya posee en su haber diversas causas por venta de estupefacientes que, algunas, han terminado con condenas y otras con absoluciones. Es un “experimentado” -por llamarlo de alguna manera- en utilizar abogados que implementan todo tipo de herramientas judiciales en favor de su defendido.
CNM mantuvo contacto con fuentes vinculadas al caso que desató el allanamiento y autoridades comunales. Todos coinciden en que hubo filtraciones que llaman la atención.
En un primer punto el individuo presentó en su escrito el detalle de los autos que los investigadores usaban para hacer las observaciones. Modelo, color y chapa patente. Nunca en la historia de nuestra ciudad un investigado tuvo tal nivel de percepción. Y consideran como muy raro que los oficiales se hayan dejado ver mientras recolectaban material. En la jerga podría considerarse como muy tonto hacer “ring raje” y quedarse parado en la puerta del timbre tocado.
Es por eso que se apuntala la posibilidad de que alguien de otra división policial o de seguridad haya facilitado ese dato a la persona que se estaba observando.
El segundo punto, también muy llamativo, es que el Juez Giles da lugar al Hábeas Corpus y ordena sólo a la comisaría local y a la DDI (investigaciones de ilícitos) si son ellos los que están con esos vehículos haciendo las tareas de búsqueda de pruebas. El plazo que les da para que confirmen esto es de 4 horas. Los llamados de la policía se direccionaron hacia la fiscalía 8 de Walter Mercuri que no interviene en causas vinculadas al narcotráfico por lo que la respuesta fue negativa.
Si el involucrado tiene antecedentes en causas por drogas y el Juez Gastón Giles tuvo acceso a esos datos la pregunta es: por qué no incluyó en su oficio a la policía de Drogas Ilícitas en su pedido de informes?
La investigación duró 4 meses y se había recolectado material fotográfico y fílmico que fue considerado como prueba válida por el ayudante fiscal Guillermo Vernetti que es quien investiga la temática de drogas a nivel local. Tanto él como Drogas Ilícitas nada sabían de la medida judicial que había colocado su investigado para ir descartando fuerzas y divisiones y dejarlos expuestos, por decantación, a ellos.
Ahora la causa, que se inició por denuncias vecinales, sufrió un duro golpe, primero por lo negativo del allanamiento y segundo porque con la respuesta del Hábeas Corpus que obtuvo el juez Giles, a futuro, podría intentar voltear un proceso judicial.
El Estado, toda la policía y la justicia se miran con recelo. Casi dan por hecho las filtraciones y las maniobras en favor del investigado que seguirá siendo inocente hasta que se demuestre lo contrario.
GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo
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