La situación indignante se desencadenó en un domicilio del barrio Belgrano sobre calle Bolivia. Una mujer decidió arreglar su máquina de coser –que estaba rota desde algo más de dos meses- y buscó por Facebook alguien que hiciera el servicio técnico del aparato.
Así dio con un hombre que aseguraba dedicarse a ese asunto,
que no era de Madariaga pero que viajaría para llevarse el aparato y
arreglarlo.
Sobre el 13 de marzo ambos se encontraron en nuestra ciudad
y la vecina entregó la Singer con la esperanza de volver a verla ya
refaccionada. Luego de ser evaluada la avería se le pidió un giro de casi
$11.000 por los repuestos pero pasados los días se le siguió solicitando dinero
por el aumento de los implementos a colocar.
Así hizo pagos por otros $32.000 pesos en distintas cuotas
pero no podía enterarse de avances en la refacción.
De un día para el otro fue bloqueada por el hombre en redes
sociales y en WhatsApp y decidió hacer la denuncia.
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