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Entró a la casa de su ex por la ventana para revisarle el celular y ella lo acuchilló hasta matarlo




El celular. Nahuel Ezequiel Cruz (29) buscaba el teléfono celular de su ex novia, Gisela Erika Giménez (35). Sólo él sabe por qué ingresó de madrugada, por una ventana, a la casa de ella, para llevárselo y revisarlo.


La casa que solía compartir la pareja se convirtió en el escenario de un crimen: Gisela, policía de la Bonaerense, se defendió con un cuchillo y mató al joven, que incumplió una restricción de acercamiento metiéndose a la fuerza en el hogar.


Al momento del hecho, Gisela estaba en su casa de Rafael Castillo, la misma que solía compartir con "Keki, de quien estaba distanciada hace algunos meses.


En junio fue la primera denuncia, cuando a las 23.30 sintió que alguien entraba por la ventana de su casa. Lo vio arrancar el teléfono del cargador y escapar. Gisela, que cumplía funciones en la Unidad de Policía de Prevención Local (UPPL) de La Matanza, lo corrió para recuperarlo.


Nahuel, según consta en la denuncia policial, le pegó trompadas en la cara, la agarró del cuello y le sacó las llaves y dinero, además del teléfono. Cuando Gisela quiso regresar a su casa, la corrió.


Ella relató que él siguió pegándole, escupiéndola y hasta le tiró un balde con agua. Entonces, el conductor de un auto ayudó a que se detuviera: "Me mandaste a la gorra", le reprochó Cruz y se escapó.

Esa agresión le valió una denuncia y una restricción de acercamiento que nunca se cumplió. Gisela, después algunas idas y vueltas en la relación, decidió volver a poner fin a la violencia.


Fue así que hasta el 4 de febrero cuando Cruz regresó a la casa de Gisela y le reclamó -una vez más- revisarle el celular. La mujer policía se negó hasta esconder su teléfono dentro del chaleco antibalas que usaba para trabajar.


Ella logró que se fuera a dormir a la cama que compartían pero, siempre según su relato, él no quiso que fuera a trabajar. A las 7 de la mañana volvieron los forcejeos y las peleas. Él la amenazó con robarle a su perro si se iba, por lo que empezaron de nuevo las agresiones físicas.


Lesiones y moretones en un brazo fueron las lesiones que constataron sus compañeros de la Bonaerense en la comisaría de Catán. Los vecinos declararon que los gritos, los golpes y las peleas eran constantes en la casa que compartía la pareja.


Por protocolo, ante la nueva denuncia, le quitaron el arma reglamentaria a la oficial y le dieron licencia médica. Por eso, Gisela no estaba armada cuando todo recrudeció.


Nueve días después, el lunes 13 de febrero, su ex regresó a la casa y otra vez quiso revisarle el celular. La mujer lo escondió y se negó, una vez más, a entregárselo. Dio vuelta los placares y revolvió todos los muebles. Como no lo encontró, le robó dinero de una billetera, según la declaración. Para que no se lo llevara, otra vez volvieron a forcejear y Cruz la mordió un brazo. Esa fue la última lesión que comprobaron.


El desenlace fatal ocurrió este sábado y la oficial Giménez estuvo detenida algunas horas. Pero el fiscal Gastón Duplaá decidió no tomar "ningún temperamento" en su contra y entonces recuperó la libertad.


Todo se produjo durante las primeras horas del sábado, cuando Cruz otra vez fue en busca del celular para controlar a la mujer. Como ella se resistió a dárselo, empezó una nueva pelea que terminó con un crimen a cuchillazos. Cruz murió en el piso de la cocina de la casa que compartían.


Por estas horas esperaban el resultado de la autopsia para establecer la mecánica del crimen. Lo cierto es que para Duplaá, se trató de un "homicidio en legítima defensa", por eso la mujer quedó en libertad.


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